Para Dalio, la escritura de Principios fue la acumulación de todo lo que había aprendido durante su larga carrera; su objetivo fue ayudar a otros a crear sus principios y alcanzar el éxito. Para ello dividió su libro en tres bloques: en el primero analiza cómo se formaron sus principios a partir de sus experiencias; en el segundo, demuestra cómo se pueden aplicar estos principios al mundo natural, en las relaciones, los negocios y en la formulación de políticas; en el tercero, se aboca a los principios de trabajo, para ello usa su experiencia como fundador de Bridgewater para mostrar cómo el uso de la verdad y la transparencia radical pueden transformar una organización.
De cada una de las etapas de su vida Dalio ha rescado principios; por ejemplo, después de perder mucho dinero a finales de los años setenta y casi quebrar, ideó los siguientes cuatro principios:
• Encuentra a las personas más inteligentes que se oponen a tu opinión para tratar de entender su perspectiva.
• Saber cuándo no tener una opinión.
• Desarrollar, probar y luego sistematizar un conjunto de principios atemporales.
•Equilibrar los riesgos para mantener grandes ganancias potenciales, reduciendo pérdidas masivas.
Después su experiencia le llevó a considerar que la vida se compone de tres fases: somos dependientes de los demás; otros dependen de nosotros; y nadie depende de nosotros, y somos libres para saborear la vida.
En ese sentido, Dalio afirma que el mayor logro y recompensa de la vida es evolucionar. Dice que, instintivamente, queremos mejorar en las cosas porque estamos impulsados a evolucionar, por lo tanto, la correlación entre el éxito y el impulso para evolucionar se materializa en los siguientes cinco puntos:
1. Los incentivos de un individuo siempre deben estar alineados con las metas de un grupo. La evolución funciona de la misma manera.
2. Cuando contribuyas al todo, no solo para promoverte a ti mismo, serás recompensado.
3. Usar prueba y error para adaptarse es esencial e invaluable.
4. Entiende que eres simultáneamente todo y nada, pero puedes elegir cuál quieres ser. Desde la perspectiva de la naturaleza, somos insignificantes, pero desde la perspectiva de nuestro cerebro, somos todo nuestro universo. Podemos elegir hacer contribuciones pequeñas y modestas en nuestra corta vida.
5. Lo que eres depende de tu perspectiva.
Comprometido con el objetivo de ver la realidad tal como es, Dalio postula que debes ver cómo operas en el mundo desde una perspectiva más remota. Verse a sí mismo como una máquina que trabaja dentro de una máquina permite comprender que se pueden alterar procesos específicos para producir mejores resultados. La forma de optimizar tu “máquina” es comparar los resultados con los objetivos. Señala que las personas más exitosas son las que pueden ver más allá de sí mismas, ver su comportamiento con objetividad y hacer las modificaciones necesarias para avanzar hacia una mejor comprensión de la realidad.
Dalio afirma que, al elegir los objetivos, se determina la dirección y a medida que se avanza en esa dirección, inevitablemente se experimentará una serie de problemas, algunos de los cuales iluminarán las mayores debilidades. “Aquí, o te mueves hacia el dolor que esto causa, aprendes de tus fallas y evolucionas, o puedes ignorar el problema y no avanzar hacia tu meta”.
Si te sientes frustrado con este proceso, Dalio sugiere imaginar que tu vida es un juego en el que superar tus desafíos es tu objetivo. “Una vez que aceptas las reglas del juego, poco a poco te vas acostumbrando a la incomodidad que acompaña al constante sentimiento de frustración. A medida que te acostumbras a recorrer este proceso evolutivo de fallar, aprender de tus errores y pasar al siguiente desafío, te vuelves más hábil y preparado. En última instancia, casi nada puede impedirle alcanzar el éxito si se tiene flexibilidad y responsabilidad por sí mismo”.
En los principios de trabajo Dalio menciona que para crear una fuerza laboral cohesiva, productiva y exitosa debes asegurarte de que la cultura de la empresa sea ejemplar, ya que una empresa con una cultura notable analizará con valentía los problemas y desacuerdos y los manejará y resolverá bien. También prosperará en la creación y construcción de productos y sistemas innovadores. Según Dalio, para crear una cultura empresarial sobresaliente, se deben seguir seis principios básicos:
1. La empresa debe confiar en la verdad y la transparencia radical.
2. Cultivar un trabajo y relaciones significativas.
3. Crear una cultura donde se toleren los errores, pero sea inaceptable no aprender de ellos.
4. Sincronizarse y mantenerse sincronizado.
5. La credibilidad pesa en tu toma de decisiones.
6. Reconocer cómo ir más allá de los desacuerdos.
Los principios de Dalio van mucho más allá de los mencionados en este espacio. Principios se trata de un libro relativamente extenso pero que sin duda merece la pena leer.