En este libro Moisés Naím señala que, históricamente, los dictadores eran militares que se unían a otros militares, daban un golpe de Estado y decían que ellos eran el poder. “Ahora ya no ocurre mediante un golpe de Estado sino con un proceso en el que, poco a poco, se van socavando los elementos que definen a una democracia. Se hace de forma invisible para la gente normal, colocando a su gente en el poder judicial, comprando parlamentarios, aprobando leyes a última hora de la noche del viernes”.
El autor destaca que, en 2011, el 40% de la humanidad vivía en régimen autocráticos, en 2021 era el 70%, y actualmente el número de países que son democracias ha disminuido a 31. Desde la perspectiva de Naim, “estamos en presencia de estados criminales. No se trata de que haya unas bandas organizadas que se asocian con funcionarios públicos o políticos para robar, para delinquir. Ahora el gobierno es el organismo criminal, organizado permanente, que persigue el lucro de la elite autocrática. Este gobierno utiliza las tácticas del crimen organizado como tácticas de política interna y externa, para promover y apoyar objetivos de los oligarcas en el poder”.
Naim hace referencia a una nueva casta de políticos que surgen en todo el mundo, tanto en los países más ricos como en los más pobres: Hugo Chávez en Venezuela, Viktor Orbán en Hungría, Rodrigo Duarte en Filipinas, Narendra Modi en Inda, Jair Bolsonaro en Brasil, Tayyip Erdogan en Turquía. También menciona a Donald Trump.
“Hoy los nuevos autócratas han sido los primeros que utilizan técnicas innovadoras para hacerse de un poder ilimitado y conservarlo el mayor tiempo posible; estos dirigentes están conectándose al nuevo paisaje improvisando nuevas técnicas y apuntalando las viejas, con la capacidad de imponer su voluntad sobre los demás, a pesar de las enormes diferencias nacionales culturales institucionales e ideológicas entre los países en los que estos líderes se han hecho con el poder”.
Naim Refiere que las estrategias de Jai Bolsonaro en Brasil y de Andrés Manuel López Obrador en México no pueden ser más distintos desde el punto de vista ideológico y más parecidos en su forma de gobernar. ¿Cuál es su fórmula? ¿Cuáles son tus componentes y cómo se aplica en un mundo real? Estas son las preguntas fundamentales que se plantean en La revancha de los poderosos: Cómo los autócratas están reinventando la política en el siglo XXI que desde la opinión del autor puede resumirse en tres palabras: populismo, polarización y posverdad. “Las 3 Ps y quienes utilizan estas herramientas son los autócratas”.
De las 3Ps Moisés Naim dice que el populismo siempre ha existido. La polarización es la sociedad que se pelea. Y todo ello actúa en medio de la propaganda, a la que ahora llamamos posverdad. Estas tres Ps han adquirido una potencia y unas formas de interactuar que no tenían antes.
De las 3Ps refiere que el populismo se confunde con una ideología, pero no lo es. Es una caja llena de herramientas, trucos y tácticas para obtener el poder y no dejarlo, basado en la estrategia de divide y vencerás. La gran división es entre el pueblo maltratado y una élite abusadora que lo maltrata. En medio de ellos aparece siempre un caudillo que ofrece al pueblo noble la posibilidad de no seguir siendo maltratado y así llega al poder.
Esa división ahora es producto de la polarización de todo tipo. Las sociedades están polarizadas de una manera paralizante, por una polarización tóxica que es no aceptar que los rivales tienen derecho a la posibilidad de gobernar. Esa polarización se ve influida por la posverdad, tratando de crear un mundo artificial, diferente, al servicio del poder, con la mentira como un instrumento normal de la política y la mendacidad como estrategia fundamental.
“¿Qué es este nuevo enemigo que atenta contra nuestra libertad, nuestra prosperidad y hasta nuestra supervivencia como sociedades democráticas? La respuesta es el poder, en una forma nueva y maligna. En todas las épocas ha habido una o más formas de maldad política; la que estamos viviendo hoy es una variante vengativa que imita la democracia al tiempo que la socava y desprecia cualquier limitación. Parece que el poder haya estudiado todos los controles concebidos por las sociedades libres durante siglos para eludirlos y, después, contraatacar. Por eso puedo afirmar que estamos ante la revancha de los poderosos”.