El libro comienza así: El ser humano tiende por naturaleza a pensar siempre de manera negativa sobre su presente y su futuro. Es frecuente oír entre las personas de más edad, y a veces no tan mayores, «esto en mi época no pasaba» o «la juventud de hoy en día cada vez va a peor». La consideración de que todo tiempo anterior fue mejor que el actual forma parte de la filosofía humana. Existe una predisposición genética a ser negativo, quizá porque las dosis de negatividad nos han impulsado a la mejora constante. Después de todo, si siempre nos conformáramos con lo que tenemos y lo viéramos como positivo, seguramente esta forma de pensar nos impediría progresar.
Por ello, Pedro Baños dice que las fórmulas del siglo pasado ya no son válidas. “Hemos entrado de lleno en la era digital, una verdadera revolución industrial, económica y social cuyos efectos apenas empezamos a vislumbrar. Un mundo regido por la inteligencia artificial, con ordenadores cuánticos, sorprendentes avances en biotecnología y neurociencia, y en el que hasta los objetos más cotidianos estarán conectados a internet”.
Para Baños, en ese mundo habrá empleos novedosos, pero insuficientes. La población, cada vez más envejecida, ocupará ciudades abarrotadas en las que la soledad será la norma. Todo ello aderezado con una sociedad cada vez más polarizada, mientras sufrimos las consecuencias de un calentamiento global que parece imparable. Sin olvidar los movimientos migratorios masivos.
En ese contexto, se recrudecerá la lucha entre las grandes potencias por controlar esta nueva realidad y los escasos recursos naturales. Por lo tanto, considera que hay que trazar estrategias imaginativas y eficientes que satisfagan las necesidades y aspiraciones de las poblaciones, especialmente de la juventud.
En el escenario que plantea el autor, la economía va a sufrir grandes cambios que determinarán la estructura política y social. “El entramado ha mutado completamente en los últimos años y, en estos momentos, se ejecutan acciones de guerra mediante instrumentos económicos. La diplomacia y la economía coercitivas son variables básicas para entender la actual política global. La eterna lucha por unos recursos limitados se está endureciendo”.
En el ámbito social, Baños argumenta que uno de los cambios más significativos será la privatización de los pocos recursos públicos que quedan, al mismo tiempo que se va a descapitalizar a la población. “Antes o después, la presión económica saturará las estructuras del Estado. Se esperan revueltas y, probablemente, se incrementarán la represión y el despotismo”, dice.
El libro está dividido en dos partes: La encrucijada mundial en la que aborda los ámbitos social, político, económico, tecnológico y geopolítico, así como El manual de mañana. Guía para salir de las encrucijadas que se divide en educación, liderazgo, mercado laboral en el siglo XXI, la imperiosa necesidad de una nueva política y la agenda 2030: entre la utopía y el maxi control.