TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS DE LA VALUACIÓN
En la valuación de un negocio se realiza un proceso que se presta a discusiones. En muchos casos hay que ignorar lo que se dice, pero no está demás escuchar de vez en cuando. Por lo tanto, la valuación no será racional de la noche a la mañana, pero podría darle al lado racional la oportunidad de ganar sus argumentos, siempre y cuando estén bien fundamentados y sean consistentes, por eso es importante considerar al profesional idóneo para solicitar este estudio.
Según Aswath Damodaran existen tres conceptos erróneos sobre la valuación de negocios:
1. La valuación es una ciencia cuando se están ingresando a la computadora los números en los modelos de forma objetiva y científica. Todas las valuaciones son sesgadas. Cuando valúas una empresa, los prejuicios del valuador intervienen en su resultado, simplemente porque le puede gustar más un negocio que otro por cuestiones personales. Por ejemplo, a algún valuador le gustan más las computadoras personales de Apple que otras marcas, o en cuestión de ropa te puede gustar más una marca clásica que una vanguardista y eso, simple y sencillamente, influye en la valuación que estas realizando.
De hecho, para hacer una valuación debes tomar en cuenta: ¿Quién paga? ¿El propietario o el posible comprador? ¿Cuánto paga? ¿Puedes ver en qué dirección podrías sesgar tu informe?
2. Si la valuación se hace de forma correcta, se obtendrá la respuesta correcta; si haces las cosas bien, obtienes la respuesta correcta. Eso es un mal consejo en la valuación. De hecho, para aquellas personas que piensan que la incertidumbre es algo malo, la incertidumbre es una característica en la valuación, no un error. Porque para valuar una empresa, hay que hacer suposiciones sobre el futuro y el futuro siempre es incierto, simple y sencillamente quién hubiera podido adivinar lo sucedido en la pandemia causada por el Covid-19 y cómo afectaría o beneficiaria a los negocios.
3. Entre más grande y complejo sea el modelo de valuación será mejor, ya que proporcionará valores más acertados. Yo creo que esta es una idea errónea, de hecho, cuando construyes modelos grandes y complejos se convierten en cajas negras. No hay seguridad de qué está pasando. ¿Estás ejecutando el modelo o el modelo te está ejecutando? De hecho, aplicaría el principio de parsimonia en la valuación, menos, es más. Hacer menos suposiciones, no más suposiciones si deseas mejores valuaciones y que la información esté sustentada con las fuentes e indicadores correctos.
Según Damodaran estos tres conceptos erróneos son el Triángulo de las Bermudas de la Valuación. Aquí es donde las buenas valuaciones van a sucumbir. Si vemos los tres lados del triángulo, el primero tiene sesgo, en el segundo complejidad y el tercero incertidumbre.
Estos son algunos aspectos que recomiendo tomar en cuenta tanto al desarrollar un avalúo como al solicitarlo, recordando que la empresa es una caja negra dónde intervienen múltiples factores, los cuales, dependiendo de cómo sean administrados y operados, serán los resultados obtenidos y, por lo tanto, su valor.