El regreso de Trump a la Casa Blanca fue un tema clave de discusión en Davos, texto dado que ha prometido impulsar cambios ambiciosos en las políticas de Estados Unidos que probablemente tendrán impactos de gran alcance en la economía global. Estos incluyen la imposición de fuertes aranceles a otras grandes economías, la revisión de alianzas militares y diplomáticas históricas, la reforma de instituciones multilaterales y el desmantelamiento de una serie de regulaciones estadounidenses, además del tema de la migración.
TEMAS Y OPINIONES
Sobre el arribo de Trump y sus declaraciones calificados por muchos como amenazas, los líderes de los medios de comunicación internacionales dieron su opinión en la localidad suiza. Aquí anotamos la opinión de Patrick Foulis, editor de asuntos internacionales de The Economist y de Sam Jacobs, editor en jefe de Time.
Patrick Foulis ve la agenda trumpista esencialmente como una expresión más integral y enérgica del poder estadounidense, pero en un ámbito geográfico mucho más limitado. Señaló que el segundo mandato de Trump comienza en un contexto geopolítico extremadamente complejo.
«El mundo es colosalmente más peligroso que cuando asumió el cargo por primera vez», afirmó, destacando que «la capacidad de disuasión estadounidense se ha derrumbado en todo el mundo» y que otros países «simplemente ya no están tan intimidados por la superpotencia», dijo Foulis.
Afirmó que «podríamos ver estados de emergencia declarados por diversos motivos, incluido el comercio». También señaló que los mercados de divisas ya se están ajustando en preparación para la implementación de los aranceles estadounidenses.
Sam Jacobs opinó sobre los aranceles, «la mayoría de los estadounidenses reconoce que aumentarán los precios de los bienes»; sin embargo, «es muy difícil para cualquiera de nosotros sentarnos aquí y decir cómo se verá el plan entre Estados Unidos y China dentro de cinco años».
En la última edición del Chief Economists Outlook del Foro Económico Mundial, la gran mayoría de los economistas encuestados (89%) anticipan una guerra comercial con restricciones recíprocas entre Estados Unidos y China. El informe también señala que el proteccionismo fue identificado en la encuesta como el factor más probable para impulsar cambios duraderos en los patrones del comercio global.
LOS OBJETIVOS DE DAVOS, PERO AL REVÉS
Sumando más de los dichos rumbo a los hechos estuvieron las declaraciones de propio Trump, quien en videoconferencia dijo a los líderes empresariales reunidos en Davos que está trabajando para revertir la inflación y la inmigración ilegal, al tiempo que impulsa la producción de combustibles fósiles en Estados Unidos.
Aquí, un dato para contextualizar: según ONU Migración, Europa y Asia acogían en 2022 a alrededor de 87 millones y 86 millones de migrantes internacionales, respectivamente, sumando el 61% de la población mundial total de migrantes internacionales y les seguía América del Norte, con casi 59 millones de migrantes internacionales. De esos casi 59 millones está hablando Trump, de los cuales según el Instituto de los Mexicanos en el Exterior más de 10 millones de mexicanos están en Estados Unidos.
Regresando a la participación de Trump: «Lo que el mundo ha presenciado en las últimas 72 horas es nada menos que , una revolución del sentido común” dijo, añadiendo que se centraría en la desregulación y en convertir a Estados Unidos en un centro de inteligencia artificial y criptodivisas, al tiempo que extendería los recortes de impuestos aprobados durante su primer mandato.
«Estados Unidos tiene la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo. Esto no solo reducirá el coste de prácticamente todos los bienes y servicios, sino que convertirá a Estados Unidos en una superpotencia manufacturera», sentenció.
Fue directo con los empresarios reunidos en Davos: «Vengan a fabricar en Estados Unidos. Mi mensaje para todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos a Estados Unidos y se beneficiarán de unos impuestos entre los más bajos del mundo. Pero si no los producen en Estados Unidos, y están en su derecho, entonces, simplemente, tendrán que pagar aranceles».
En su discurso, Trump también instó a Arabia Saudita y a la OPEP a «bajar el precio del petróleo». «Voy a pedirles que bajen el coste del petróleo, de hecho, estoy francamente sorprendido de que no lo hayan hecho antes de la elección» presidencial, declaró. «Si el precio fuera más bajo, la guerra entre Rusia y Ucrania pararía inmediatamente», insistió Trump.
Sobre el papel de Trump en la geopolítica, en la reunión de los líderes de los medios de comunicación internacionales Mina Al-Oraibi, editora en jefe de The National, sugirió respecto al acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes en Gaza que fue el «Trump 2.0» quien finalmente logró concretar el acuerdo. «En última instancia, fue el factor Trump», agregó Al-Oraibi. «Trump dijo claramente que tenía que haber un alto el fuego antes de la investidura». Es cuestión de opiniones.
MÉXICO Y CANADÁ, ¿SERÁ MAL DE AMORES?
Tras su intención de imponer un arancel adicional de 10% a China y de 25% a México y Canadá “probablemente” el próximo 1 de febrero, Trump dijo que: “Con México estamos lidiando creo que muy bien”. Declaró que ha avanzado para alcanzar la conciliación con México respecto a sus preocupaciones en asuntos relacionados con la migración y el tráfico de drogas en Estados Unidos.
Respecto a Canadá, señaló que ha sido “muy difícil de tratar a lo largo de los años” con las autoridades canadienses. “No los necesitamos para fabricar nuestros autos y ellos hacen muchos de ellos. Nosotros no necesitamos su madera porque nosotros tenemos nuestros bosques, gas y petróleo, tenemos más que nadie”, agregó en referencia a los canadienses.
Recordemos que Trump declaró antes de su investidura presidencial que Canadá podría convertirse en el estado 51 de Estados Unidos. “Como saben, dije que ustedes podrían volverse un estado, y si ustedes quieren serlo, no tendremos déficit (comercial), no necesitaremos imponerles aranceles aduaneros”.
En Davos repitió durante su discurso nacionalista: «Mi mensaje para todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos a Estados Unidos y se beneficiarán de unos impuestos entre los más bajos del mundo». Remarcó que bajará los impuestos corporativos de 21 a 15% lo que hará de Estados Unidos el mejor lugar para crear empleo y abrir fábricas.
Esto fue algo de Trump 2.0 en Davos.