Ante esta realidad, que va más allá de la percepción, ya que se puede corroborar en las estadísticas de los diversos delitos, es momento de transformar lo que no funciona y trabajar en conjunto para hacer una reforma en la seguridad que permita reducir los altos niveles de corrupción, criminalidad e impunidad desde el policía a pie de calle.
No se trata de empezar de cero o inventar el hilo negro. En el transcurso del tiempo se han establecido políticas cuya contribución a las estadísticas (a ese más-menos incidencias y consecuencias) ha sido evidente.
En el país tenemos un ejemplo concreto y se ubica en el sureste. La estrategia de seguridad de Yucatán ha contribuido a posicionar a este estado como el de mayor crecimiento económico, en general, y en cada uno de los sectores por el nivel de seguridad que lo ubica en los niveles más altos de la historia.
En 2022 fue la entidad con menor incidencia delictiva al registrarse tan sólo 1.8 delitos por cada 1,000 habitantes, cifra nueve veces menor que el promedio nacional según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). También se ubicó como el estado con más reducción de delitos, 51% menos en 2022 respecto al 2021.
Para hacer una propuesta sobre seguridad, las políticas y planes de ese estado nos sirven para proponer las mejores prácticas, tomando en cuenta los resultados obtenidos.
Se deben establecer estrategias que conduzcan a mejorar la calidad y las competencias de las fuerzas de seguridad pública sin postergar la transparencia, rendición de cuentas y el aprendizaje de las mejores prácticas regionales, nacionales e internacionales.
Para establecer una estrategia se debe tomar como referente, en primera instancia, lo que está más cerca, no solo por la geografía, sino por la idiosincrasia y por ser un referente cuyos beneficios, incluso, pueden ser transmitidos de boca en boca y observarse en el día a día.
PROPUESTAS
1. Establecer una política de contratación de personal que privilegie a los aspirantes (hombres y mujeres) de la localidad (municipio/entidad), considerando que cada región tiene sus peculiaridades y se tienen que atender, sin olvidar que hay zonas con características étnicas y poblacionales heterogéneas.
2. Ofrecer capacitación y educación continua en las academias de policía para dar oportunidad a los elementos de la policía estatal de concluir sus estudios en el nivel en el que se encuentren y avanzar al siguiente, con la finalidad de que sean parte de un proceso de mejora continua con oportunidades educativas y económicas.
3. Establecer un Consejo de Seguridad en el que participen las cámaras empresariales (por ejemplo, comercio, industrial y restaurantera), los tres órganos de gobierno (municipal, estatal y federal), junto con la academia, universidades y la sociedad civil priorizando el trabajo en equipo y distinguiendo a los buenos policías con reconocimientos ante la sociedad.
4. Invertir en tecnología y replicar las mejores prácticas en cuanto a la adquisición y uso de ésta, por ejemplo, en la implementación de cámaras inteligentes que ayude en las investigaciones respecto a los actos delictivos que sucedan en la zona donde estén ubicadas.
5. Ofrecer salarios competitivos al personal, esquemas de acceso a atención médica en hospitales privados en caso de riesgos y accidentes, así como esquemas para obtener créditos del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) y un salario digno por encima de la media nacional.
6. Establecer un programa de ayuda económica que contribuya a un estilo de vida donde las necesidades más importantes de la corporación policíaca estén resueltas. Por ejemplo, otorgar a los hijos de los policías becas del 100% de inscripción y colegiatura para la universidad, con un apoyo bimestral si demuestran su admisión a cualquier institución privada o pública. Ofrecer también tarjetas de descuento a las fuerzas de seguridad y personal de salud les de acceso a empresas que ofertan bienes y servicios.
EMPEZAR DESDE ABAJO PARA PERMEAR CON BASES
Los indicadores y los resultados ubican a Yucatán en los primeros lugares del Índice de Paz con menos actividades delictivas, menos víctimas de homicidio doloso, menos saqueos, menos secuestros y con menos robos de vehículos. Además, Mérida, la capital, es considerada la ciudad más segura en América Latina, con índices de seguridad similares a los de países europeos como Suiza y Finlandia. Esto es posible, entre otras cosas, porque los hombres y mujeres encargados de la seguridad pública han establecido un compromiso con la sociedad fundamentado en los seis puntos mencionados.
En Yucatán la sociedad civil creó un programa llamado “Cuida a quien te cuida”, que consiste en la entrega de un premio anual a la mujer u hombre policía y bombero con el mejor desempeño de sus funciones, un reconocimiento público y económico que ha tenido gran éxito desde su creación.
Para la seguridad del país debemos empezar por la seguridad de la colonia, dotando a la policía de los insumos necesario para ejercer sus funciones y cubriendo económicamente sus necesidades para evitar la corrupción y con esta la descomposición de la sociedad.
*Este artículo está basado en el Caso de éxito del Gobierno del Estado de Yucatán.
Se replicaron las estrategias de Yucatán que está en los primeros lugares del Índice de Paz a nivel mundial y su capital, Mérida, es considerada la ciudad más segura en América Latina.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.