Los inversionistas iniciaron mayo con un sentimiento de cautela y fuertes preocupaciones por una posible crisis crediticia resultado del episodio de estrés financiero observado semanas atrás. En esta ocasión, PacWest Bancorp y Western Alliance Bancorp, bancos regionales de Estados Unidos, acapararon los reflectores tras una nueva venta masiva que provocó el colapso de más del 60% en el precio de sus acciones.
Los temores de que estas entidades podrían compartir el mismo destino que First Republic Bank y Silicon Valley Bank provocaron mayor volatilidad en los mercados financieros. En este sentido, el índice MOVE (métrica que refleja la volatilidad en las opciones de bonos norteamericanos a un mes) y el índice VIX (métrica utilizada para estimar la volatilidad en el S&P 500), repuntaron 12% y 27%, respectivamente.
El primero se ubica en 134 puntos, mientras que el segundo en 20 puntos, aunque ambos se mantienen por debajo de los máximos alcanzados en marzo de 200 puntos y 27 puntos, en el mismo orden. De igual forma, el índice KBW Bank, que sigue el desempeño de 24 acciones del sector financiero, extendió la caída a 72 puntos desde una zona de mayor estabilidad en 85 puntos tras colapsar desde 110 puntos en marzo.
En este contexto, los temores de una recesión se han anclado en la mente de los inversionistas por lo que incrementaron sus apuestas sobre que la Reserva Federal empezará a recortar las tasas tan pronto como al inicio de la segunda mitad del año. De forma puntual, los swaps ligados a las reuniones de política monetaria reflejan recortes de 25pb en las decisiones de julio, septiembre, noviembre y diciembre.
Lo anterior ya que el mercado reconoció que el banco central alcanzó su tasa terminal de 5.00%-5.25% en la reunión del 3 de mayo, equivalente al mayor ciclo alcista en las últimas décadas de +500pb desde que inició en marzo de 2022. Vale la pena señalar que la visión del mercado diverge de los comentarios de Jerome Powell, presidente del Fed, quien dejó en claro que las próximas decisiones serán dependientes de los datos económicos y señaló que la inflación aún permanece lejos del objetivo, por lo que no anticipan recortes en la tasa el resto de 2023 en su escenario base. Además, mencionó que su expectativa es de un crecimiento moderado, pero no de una recesión.
En un entorno volátil para los diferentes activos financieros, la mayoría de las bolsas registran un balance negativo en lo que va del mes con el sector de energía y financiero liderando las pérdidas. Sin embargo, la temporada de reportes corporativos en Estados Unidos ha mostrado un balance positivo.
Al momento de redactar este artículo, el 80% de las empresas del S&P 500 han publicado sus resultados con una tasa de sorpresas positivas del 78% y una caída acumulada en utilidades de 3.2%, mucho menor comparado con lo esperado por el consenso de -8.0%.
En un entorno volátil para los diferentes activos financieros, la mayoría de las bolsas registran un balance negativo en lo que va del mes con el sector de energía y financiero liderando las pérdidas. Sin embargo, la temporada de reportes corporativos en EE. UU. ha mostrado un balance positivo. Al momento de redactar este artículo, el 80% de las empresas del S&P 500 han publicado sus resultados con una tasa de sorpresas positivas del 78% y una caída acumulada en utilidades de 3.2% mucho menor comparado con lo esperado por el consenso de -8.0%.
En tanto, la curva de Treasuries se ha empinado tras ganancias de 20pb en el extremo corto y pocos cambios en la parte larga, mientras que la curva de rendimientos en México cotiza con muy pocos cambios. En el mercado cambiario, el peso mexicano volvió a perforar el piso de 18.00 por dólar y se estabilizó alrededor de 17.90 tras la decisión del Fed, mientras que el dólar se debilitó buscando regresar a mínimos del año. Hacia adelante el escenario parece muy complicado ante la incertidumbre de la magnitud del efecto de una restricción crediticia y el grado de fragilidad de las instituciones que pertenecen al sistema financiero.