El Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) se enmarca en un contexto de cambio tecnológico e incertidumbre económica que se aceleran rápidamente, ya que el mundo está plagado de un dúo de crisis peligrosas: el clima y los conflictos político-sociales, en tanto que el reporte del año pasado advertía sobre un mundo que no se recuperaría fácilmente de las continuas crisis, por lo tanto, los riesgos de este año devienen de 2023 cuando, en un mundo altamente globalizado, los procesos regionales adquirieron dimensiones internacionales, intensificando tensiones y planteando desafíos significativos para los líderes mundiales.
Así, el informe explora el panorama de riesgos globales en esta fase de transición y los sistemas de gobernanza que se están estirando más allá de su límite. Analiza los riesgos percibidos más graves para las economías y las sociedades a lo largo de dos y 10 años, en el contexto de estas fuerzas influyentes. El informe agrupa los riesgos en cuatro ámbitos: cambio climático, cambios demográficos, tecnológia y geopolítica.
PRINCIPALES AMENAZAS
El cambio climático permanece como la principal amenaza en perspectivas a corto, mediano y largo plazo, con eventos climáticos extremos, especialmente influenciados por el ciclo de El Niño. Se anticipa que esto sea un detonador de crisis significativas, ocasionando migraciones masivas y alteraciones geográficas en el largo plazo que podrán modificar el balance global.
Los cambios demográficos abordan la polarización social y sus impactos en el desarrollo global, los cuales, aunados a una recesión económica, son identificados como riesgos altamente interconectados y, por ende, de gran influencia en la red de riesgos globales, acarreando consigo múltiples consecuencias.
La tecnológica tiene un papel preponderante con el desarrollo de la inteligencia artificial que está siendo impulsada por intereses comerciales y geopolíticos en vez del interés público, lo que, de acuerdo con el informe, podría resultar en una brecha digital entre países de altos y bajos ingresos por los beneficios que las transformaciones digitales van a causar en la productividad económica, finanzas, clima, educación y atención médica.
De la geopolítica, se plantea que los cambios geoestratégicos están marcando una evolución en la concentración del poder que anteriormente estaba centrado en Estados Unidos; en este proceso las transformaciones ejercen una considerable influencia en los conflictos regionales actuales, ya que muchos de ellos han adquirido dimensiones internacionales.
De acuerdo con el informe hay dos tipos de impacto, el de los riesgos en sí y el transversal. En el segundo la propagación de desinformación, acentuada por el uso de la inteligencia artificial, se destaca como una preocupación significativa, especialmente ante las elecciones de 2024 que involucrarán a más de 3 mil millones de personas a nivel mundial, lo que aumenta la susceptibilidad a la manipulación de información y pone en riesgo la legitimidad de los gobiernos. Esta diseminación de contenido falso no solo puede exacerbar las divisiones sociales y aumentar las protestas a nivel global, sino que también podría intensificar la represión de información como medida para controlar las «fake news».