Los temores de una desaceleración económica y los elevados niveles de inflación continúan determinando el desempeño de los mercados financieros por lo que los inversionistas han actuado con cautela. En esta ocasión, la sorpresa negativa vino del lado de China y Reino Unido, ejemplificando estas dos directrices.
El primero publicó decepcionantes datos económicos del mes de julio, así como un incremento de los casos de Covid-19 en máximos de tres meses, lo que abre la puerta a más confinamientos. Con ello, las proyecciones de crecimiento se han revisado a la baja a pesar de un sorpresivo recorte en las tasas de préstamos y otras medidas de estímulo, incluyendo apoyos fiscales. El segundo publicó la inflación anual de julio en niveles de dos dígitos de 10.1%, alcanzando máximos de 40 años, ante mayores presiones en alimentos.
En este contexto, el mercado continúa debatiendo sobre la magnitud de la próxima alza del Fed en septiembre. Las expectativas oscilan entre 75pb, extendiendo el ritmo observado en las últimas dos decisiones, o 50pb, moderando el ciclo restrictivo. Las últimas minutas del Fed reflejaron un tono menos hawkish destacando preocupaciones por la elevada inflación, pero también por el crecimiento económico. Aunque varios miembros del Fed han reflejado una postura más restrictiva como fue el caso de Bullard (St. Louis), favoreciendo un alza de 75pb y apuntando a un rango de los Fed funds de 3.75%-4.00% a fin de año. Este escenario está en línea con las expectativas que tenemos en Banorte, aunque superior a lo descontado por el mercado (3.50%-3.75%).
Pasando al desempeño de los activos financieros durante el mes, el dólar ha avanzado con el índice BBDXY ganando 1.0%. De esta forma, las divisas del G-10 registran pérdidas generalizadas con SEK como la más débil (-3.3%) seguida de GBP (-2.0%). En el grupo de divisas emergentes, el sesgo también es negativo con Latam acumulando las mayores pérdidas de hasta 3.4%. Sin embargo, MXN logró separarse del grupo con una ganancia de 1.2%.
Es claro que la divisa mexicana se ha beneficiado de las elevadas tasas de Banxico y el amplio diferencial vs otros bancos centrales, así como de un marco macroeconómico más estable relativo a sus pares emergentes expresado en menores niveles de volatilidad implícita. Por su parte, las curvas de rendimientos extendieron el aplanamiento e incluso su inversión con tasas más elevadas. En particular, el diferencial 2/10 de Treasuries alcanzó mínimos de 22 años de hasta -50pb a principios de mes.
De igual manera, la curva de Bonos M cotiza invertida con el diferencial 2/10 y 2/30 en -54pb y -40pb, respectivamente. La temporada de reportes se acerca a su fin con resultados favorables. En concreto, el 94% de las empresas del S&P 500 han dado a conocer sus cifras trimestrales con una tasa de sorpresas positivas de 75.6% y un alza acumulada en la utilidad neta del 8.2% vs +4.1%. Además, las bolsas han extendido las ganancias del mes previo. Por último, los precios del crudo han caído ~10.0% ante temores de una menor demanda.
Hacia delante podríamos ver mayor volatilidad principalmente en las tasas de interés ante los próximos ajustes de política monetaria, sobre todo del lado de la Reserva Federal, con decisiones altamente dependientes a la evolución de los datos económicos. Vale la pena señalar, que la correlación entre los swaps de corto plazo de México y EE.UU. ha alcanzado máximos multianuales por lo que las tasas locales no estarán exentas de dicha volatilidad.