En el 2024 el tipo de cambio se depreció como consecuencia de la disminución de las apuestas netas a favor del peso en el mercado de futuros de Chicago. Esto se debe a que cerca del 80% de las operaciones del peso mexicano tienen fines especulativos y no están relacionadas a la economía real.
De hecho, la relación entre las variaciones del tipo de cambio y las apuestas en Chicago se fortaleció en el año. Considerando información semanal a partir de enero, se estima que ante una caída de 1% en las posturas especulativas netas a la espera de una apreciación del peso, se observa una depreciación media de 0.07%. La relación es similar al considerar como variable explicativa las posturas institucionales, pues ante una caída de 1% en las posiciones netas a favor del peso, se observa una depreciación media del peso de 0.08%.
De mayo (cuando el mercado comenzó a especular en contra del peso) hasta diciembre, las posturas institucionales netas a la espera de que el peso se aprecie han caído 103% (pues las posturas netas se han vuelto negativas, es decir en contra del peso), lo que implica una depreciación del peso de 8.64% en el mismo periodo, de acuerdo con la estimación. En ese periodo, el peso se depreció 12.86%, por lo que se puede decir que cerca del 70% de la depreciación del peso desde mayo, está explicada por la destrucción de posturas netas en espera de que el peso se aprecie.
En 2024, las apuestas a favor y en contra del peso mexicano estuvieron determinadas por: los procesos electorales en México y Estados Unidos; la expectativa de recortes de la tasa de interés en México y Estados Unidos, así como la expectativa de incrementos en la tasa de interés en Japón; la aversión al riesgo global por conflictos geopolíticos y desaceleración económica en China; y la aversión al riesgo por factores particulares de México.
Para 2025 continúa el riesgo de alta volatilidad y se espera que los factores que muevan al tipo de cambio sean:
1. La relación comercial con Estados Unidos. Si Trump cumple su amenaza de imposición de aranceles y/o la revisión del TMEC es tratada como una renegociación, las posturas netas a favor del peso disminuirían lo que resultaría en depreciación del peso. Por el contrario, si hay señales de una mayor integración comercial, las apuestas a favor del peso subirían y este se apreciaría.
2. El diferencial de tasas de interés de México con Estados Unidos y Japón. Para 2025, en México se tiene una expectativa de crecimiento de 0.8% y de inflación al cierre de 4.1% anual, con lo que se espera que Banxico recorte su tasa en 150 puntos base, para ubicarla en 8.50% al final del 2025. En Estados Unidos, se tiene una expectativa de crecimiento de 1.9% para 2025 y de inflación al cierre del año de 2.4%, con lo que se espera que la Fed recorte su tasa en 100 puntos base, para dejarla en 3.50% en diciembre del 2025 (rango superior). Así, el diferencial de tasas de interés al cierre del 2025 se ubicaría en 500 puntos base, contribuyendo a la estabilidad del tipo de cambio en el año.
Respecto al Banco de Japón, se espera que en 2025 suba la tasa de interés en 50 puntos base a 0.75% (desde 0.25% al cierre del 2024), por lo que el diferencial de tasas disminuiría el próximo año de 975 a 775 puntos base. Al disminuir el diferencial de tasas entre México y Japón, disminuye el incentivo para hacer carry-trade, pidiendo prestado en Japón e invirtiendo en México. Con esto, disminuirían las apuestas a favor del peso, con lo que el tipo de cambio subiría, aunque de manera limitada pues el diferencial de tasas de interés entre México y Japón seguiría siendo amplio.
3. Aversión al riesgo global por conflictos políticos y desaceleración económica en China. El escalamiento en los conflictos geopolíticos y la desaceleración económica de China propiciarían miedo, causando cambios en los portafolios de inversión que optarían por activos refugio, dejando de lado activos que se consideran riesgosos, como el peso.
4. Aversión al riesgo sobre México por: la posibilidad de nuevas controversias comerciales y una mayor probabilidad de que la controversia en materia energética sea llevada a fase de panel; las elecciones del Poder Judicial programadas para el 1 de junio; y la posibilidad de recortes de la calificación crediticia, que podrían afectar la especulación a favor del peso y generar presiones al alza para el tipo de cambio.