Observe la gráfica que resume el crecimiento real (arriba de inflación) de las inversiones de quienes poseen acciones de empresas, históricamente representado desde 1990, por el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores. Un peso invertido en esas empresas se ha convertido en $7.20 a valores constantes, es decir, una tasa de ganancia real de 6.39% anual arriba de inflación. En otras palabras, si la tasa de referencia del Banco de México es 11.25%, representa haber invertido al 17.64%, ¿dónde iguala eso?
Como se puede observar, compite fuertemente la inversión en Nueva York (la ganancia basada en el índice Dow Jones ya traducida a pesos), considerando el tipo de cambio y la inflación que convirtió su peso en $5.3 pesos que equivale a ganar el 5.36% real anual arriba de inflación.
En cuanto al rendimiento de la inversión en renta fija (CETES), sin el riesgo ni la oportunidad de la inversión empresarial, ese peso se convirtió en $2.90, lo cual representa tasa real de 3.37% anual, pero el dólar, aun invirtiéndolo a la tasa de los Fondos Federales, incluidas las depreciaciones, rindió apenas lo suficiente para recuperar la inflación. Y el salario, gracias a los incrementos que hemos largamente reclamado, ha subido 0.74% anual arriba de la inflación.
Por lo tanto, de la información anterior se concluye que —si deseamos insistir en uno de los pilares temáticos del IMEF que es reducir la desigualdad— es necesario vincular los resultados de las empresas en las que se generan los mejores empleos. Es evidente que la actividad empresarial es el origen de los empleos, las ventas, utilidades, reinversión y contribuciones fiscales para obtener servicios públicos.
DÓNDE SE HAN GENERADO LOS MEJORES EMPLEOS
Del trabajo realizado por el INEGI, reportado en la estadística del proyecto KLEMS
(para obtener más elementos puede ver artículo Educación, salarios y crecimiento económico Edición 65)
sobre medición de la productividad, hemos podido detectar cuáles de las 76 ramas económicas que monitorean han logrado incrementar más los resultados en crecimiento de puestos de trabajo, su calidad en materia educativa y remuneraciones.
Para distinguir el impacto en salarios y cantidad de empleos, de acuerdo con lo que los origina, es decir el crecimiento en uso del capital invertido, el crecimiento en ventas reportadas en valor de la producción y por su aumento o disminución de la productividad, discriminamos al 20% con el mayor incremento y al 20% con el menor en un periodo de 31 años.
Partimos del dato que en las 76 ramas económicas hay 38 millones de puestos de trabajo, es decir no se incluye a trabajadores independientes. El hallazgo está representado en el cuadro resumen donde se observa que los de mayor requerimiento de uso del capital, lo han incrementado en 291% durante 31 años.
Esta cifra (9.39% anual, superior a lo que han crecido las inversiones en Bolsa) sostiene a 15.1 millones de puestos de trabajo, casi el 40% de la fuerza laboral, pero es tal su requerimiento de inversión de capital, que únicamente ha aumentado el valor del empleo en 65%, que es el 2.1% anual, más o menos lo que ha crecido el PIB anualmente en ese lapso.
Se observa también, en la columna de comparativo salarial, que la media de los salarios que pagan están 52.3% más abajo del de las empresas de las 16 ramas con menor requerimiento de consumo de capital.
El segundo grupo analiza ordenando a las 16 ramas donde más han crecido el valor de la producción equivalente a ventas (631% o 20.4% anual). Es el grupo donde el número de puestos de trabajo se ha incrementado con mayor velocidad (142% o 4.6% anual); ya cuenta con 10% de los puestos de trabajo y remunera 66.3% mejor que las 16 ramas con menor crecimiento en ventas.
Del tercer grupo, los 16 que han logrado incrementar su productividad durante el período analizado, destaca que sus puestos de trabajo con educación baja están mejor pagados $12.4 mil pesos (cifras de 2021), es decir, tres veces el salario mínimo, y cuentan con 2.7 millones de puestos de trabajo, los cuales crecieron sólo 42% o 1.35% anual, pero pagan bien.
La cantidad de puestos de trabajo reportadas en el cuadro no se suman, hay ramas que repiten en las categorías, pero observe que el crecimiento de puestos de trabajo del cuadro inferior (el del grupo de las de menores crecimientos, en especial el de escaso incremento en el número de puestos de trabajo) sólo crecen 11%, eso es señal de la importancia del incremento en las ventas para aumentar el empleo, lo mismo que la productividad y eso depende de los trabajadores y de su educación, porque si vemos el valor promedio de las remuneraciones con educación alta, media y baja de los que mejoran la productividad y las de los que hacen crecer las ventas, se llevan lo mejor de la cosecha de remuneración.
Un último dato surgido de la información trabajada, que no está en el cuadro, es: ¿cuánto han crecido los puestos de trabajo del 20% de ramas económicas más dinámicas en ese período? Ha sido 240% o 7.74% anual promedio. Estas 16 ramas con mayor dinamismo incluyen a 12.7 millones de puestos de trabajo, se esperaría generar 1 millón de empleos al siguiente año. Pero, no todos de buena calidad salarial. En edificación residencial y no residencial hay 2.9 millones con salario promedio de $14,057.73 y en comercio 6.3 con $13,130.42, en contraste hay 1.9 millones repartidos en fabricación de computadoras y equipo periférico; de instrumentos de medición, control, navegación, y equipo médico electrónico; de equipo de audio y de video; de equipo de transporte y de componentes electrónicos, cuyo salario promedio es de $23,815 o 75.2% más elevado que los otros dos.
¿Quiénes y cómo pueden conducirnos a incrementar la inversión inicial en esas ramas? ¿Las que crecen vendiendo a mercados extranjeros, traen divisas y generan puestos de trabajo bien remunerados?
El análisis continúa con un objetivo muy importante: reducir la desigualdad, una de las premisas del IMEF. Venga al IMEF para analizar, debatir y proponer cómo obtener más y mejores empleos.