Los resultados de la Encuesta mensual de expectativas IMEF correspondiente a noviembre prevén un crecimiento del PIB de 3.4% para 2023 y 2.1% para 2024. Hay que notar que, a pesar del desempeño mejor de lo esperado para este año, de la narrativa positiva que se mantiene por el nearshoring, de la fortaleza percibida por el consumo y la inversión, la encuesta del IMEF sigue contemplando una desaceleración sensible para 2024, para la que se observan diversos factores que generan incertidumbre o incluso preocupación.
FACTORES CONVERGENTES
Entre estos factores está la desaceleración del ritmo de la economía global, destacando la inquietud por una desaceleración sustancial en China; el complicado entorno geopolítico en diversas regiones; y las elecciones en Estados Unidos y México.
En cuanto al desempeño económico en Estados Unidos, el consumidor ha mantenido niveles de gasto elevados que han dado impulso a la actividad económica y a la creación de empleos. No obstante, este ritmo parece insostenible ante la reducción en el flujo de ahorro de los hogares.
En México, la actividad económica ha mostrado un ritmo mayor al esperado, destacando cifras fuertes en el consumo privado y extraordinariamente sólidas en la inversión; sobresale un impulso inédito registrado en los datos de la inversión en construcción no residencial que parece estar asociado a las grandes obras de esta administración en el sur del país.
En cuanto a empleo, el número de asegurados en el IMSS se ha mantenido creciendo a tasas sólidas pero decrecientes. La inflación también ha descendido a un ritmo parecido al anticipado, lo que ha permitido un cambio en la caracterización de la guía prospectiva de la política monetaria del Banco de México, abriendo la posibilidad de comenzar a observar reducciones en su tasa de referencia durante la primera mitad de 2024.
Respecto a la inflación, se anticipa que termine 2023 en 4.65% y 2024 en 4.0%. Cabe notar que la siguiente etapa de la lucha contra la inflación, para bajarla del 4% y acercarla a su meta de 3%, es la más complicada, y los riesgos siguen inclinados al alza; entre estos destacan la posibilidad de nuevos choques por disrupciones en los mercados globales, aumentos en precios agropecuarios como consecuencia del clima extremo, un entorno financiero global más tenso que genere una depreciación cambiaria significativa y posibles efectos inflacionarios de un nuevo incremento en los salarios mínimos muy por arriba del crecimiento en la productividad.
ESCEPTICISMO
El entorno global ha seguido complicado en lo geopolítico, aunque algunos eventos han producido cierto alivio en las tensiones como la visita del líder Chino, Xi Jinping, a Estados Unidos en el marco de la Asociación para la Cooperación Asia-Pacífico donde se reunió con el Presidente Biden. Xi Jinping expresó que “China no busca esferas de influencia ni peleará una guerra fría o una guerra caliente con nadie” y que “China no tiene la intención de retar a los Estados Unidos o desbancarlos”.
Si bien estos mensajes buscan reducir las tensiones entre las dos potencias, y por ello resultan muy afortunados, fueron recibidos con cierto escepticismo por parte del presidente Biden, que sugirió “confiar, pero verificar”. Cabe notar que la visita y comentarios del líder chino se dan en un momento complicado para su economía, en el que convendría que se restablecieran las condiciones para una mayor cooperación económica.
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