Los mercados financieros iniciaron el año con un tono de cautela sobre todo manteniéndose a la espera de los cambios de políticas en EE. UU. ante un gobierno republicano unificado. El 20 de enero, Donald Trump iniciará su segundo mandato presidencial tras una campaña enfocada en controles más estrictos en los frentes comercial, migratorio y fiscal.
Incluso, en los primeros días del año, trascendieron titulares señalando que el presidente electo Trump evalúa declarar una emergencia nacional para implementar sus planes arancelarios. Dicho plan consiste en aranceles de 25% a los productos de Canadá y México con el objetivo de reducir la migración y el ingreso de drogas ilegales al territorio estadounidense, así como un arancel adicional del 10% a las importaciones procedentes de China.
Lo anterior podría resultar en presiones inflacionarias, desempleo y un menor crecimiento económico en EE. UU., entre otros efectos.
En paralelo, el mercado asimiló las minutas de la última decisión de política monetaria de la Reserva Federal. En el documento destacó el pronunciamiento de distintos miembros por actuar con cautela de cara a los próximos trimestres, apuntando a que el ritmo de los recortes en tasas será más lento.
Vale la pena señalar que los miembros de la junta se mostraron preocupados por el impacto inflacionario de las políticas de Trump relacionadas con comercio y migración. Por su parte, el mercado anticipa un ajuste total para 2025 de -50pb, con el primer recorte de 25pb hasta la reunión de junio. En Banorte, mantenemos nuestra expectativa de tres recortes de 25pb cada uno en marzo, junio y septiembre de 2025.
Bajo esta coyuntura, el dólar se ha fortalecido, con el índice BBDXY manteniéndose muy cerca de máximos no vistos desde finales de 2022 tras ganar 7.8% el año pasado. En este sentido, la mayoría de las divisas desarrolladas y emergentes iniciaron el año a la baja, excepto algunas divisas de LatAm.
En particular, el peso colombiano (+1.9%), el real brasileño (+1.8%) y el peso mexicano (+1.6%) se separaron de la dinámica de sus pares. La última cotiza alrededor del psicológico de 20.50 por dólar tras acumular una depreciación de 22.7% durante 2024, finalizando en 20.83 por dólar. Los siguientes niveles de soporte del USD/MXN de muy corto plazo se ubican en 20.55, 20.67 y 20.80.
En el mercado de dinero, las curvas de Treasuries iniciaron el año extendiendo las pérdidas y el sesgo de empinamiento que caracterizaron al 2024 ante una dinámica mucho más presionada en los instrumentos de mayor duración. En este sentido, el diferencial entre las referencias de 2 y 10 años se ubica en su punto más alto desde principio de 2022 en 40pb, con el plazo de 10 años alcanzando máximos de ocho meses en 4.70%.
Por el contrario, los bonos locales iniciaron el año con un modesto respiro concentrado en el extremo corto de las curvas de rendimientos. Sin embargo, los Bonos M de mayor plazo operan sostenidamente en niveles históricamente elevados en un rango de 10.30% y 10.60%. Por su parte, las bolsas continuaron registrando ganancias en la mayoría de las regiones, sobre todo las de Estados Unidos tras un favorable desempeño de 2024. El índice S&P culminó con un rally de 23.3% a/a.
Hacia delante, el panorama global y económico beneficiará al desempeño del dólar pudiendo observar una consolidación en niveles elevados, mientras que los riesgos de tasas más altas permanecen muy latentes sobre todo para aquellas de largo plazo.
En los primeros días del año, los titulares señalaron que el presidente electo Trump evalúa declarar una emergencia nacional para implementar sus planes arancelarios del 25% a los productos de Canadá y México, así como un arancel adicional del 10% a las importaciones procedentes de China.
En el mercado de dinero, las curvas de Treasuries iniciaron el año extendiendo las pérdidas y el sesgo de empinamiento que caracterizaron al 2024 ante una dinámica mucho más presionada en los instrumentos de mayor duración.