Noviembre inició con amplia volatilidad en los mercados financieros y una fuerte necesidad por parte de los inversionistas de saber si la inflación en EE. UU. ya ha alcanzado el punto más álgido. En este sentido, la última lectura anual sorprendió con una desaceleración mayor a lo esperado, pasando a 7.7% (7.9%e) desde 8.2% un mes antes. Esto brindó un camino más claro para que la Fed tenga un mayor margen para moderar el ritmo de alzas a fin de año, después de materializar su cuarto incremento consecutivo de 75pb a inicios de mes. El mercado recalibró sus expectativas hacia una tasa terminal más moderada en los Fed funds de 4.75%-5.00% en mayo de 2023, vs. el nivel previo de 5.00%-5.25%, asignando una alta probabilidad a un alza de 50pb en diciembre.
Tras la sorpresa positiva en el reporte de inflación en EE. UU., los Treasuries registraron un fuerte rally que diluyó las pérdidas acumuladas en el mes. Los bonos del Tesoro de 2 años, que han sido los más sensibles a los movimientos de política monetaria, ganaron 25pb, cotizando en 4.33% tras alcanzar máximos multianuales de 4.72% a inicios de noviembre. En tanto, los instrumentos de mayor plazo marcaron menores ganancias, por lo que la curva de Treasuries moderó su inversión con el diferencial entre la nota de 2 y 10 años en niveles negativos de 47pb tras alcanzar el mayor grado de inversión no visto desde inicios de la década de los 80’s de -52pb. Sin embargo, el diferencial entre el T-Bill de 3 meses y la nota de 10 años se amplió a -31pb desde +1pb la semana previa. Lo que ha alertado un mayor riesgo de recesión en EE. UU. ya que esta señal ha precedido a diversos periodos recesivos de acuerdo con los criterios de la NBER (National Bureau of Economic Research).
En el mercado cambiario, el dólar se debilitó con los índices DXY y BBDXY regresando a mínimos de 2 meses e incluso registrando su peor día desde 2009 el 10 de noviembre. Con ello, todas las divisas desarrolladas avanzan y predomina el sesgo positivo en el universo de emergentes, excluyendo al real brasileño y el peso argentino que se deprecian más de 2.0% en el mes. Vale la pena señalar, que en los últimos días se observó una ola de ventas de criptomonedas después de que Binance retirara su oferta de adquisición por FTX, tras los resultados del Due dilligence. Con ello, el Bitcoin perdió 26%, marcando nuevos mínimos desde noviembre de 2020. Por otra parte, las políticas anti-Covid más estrictas en China han deteriorado las expectativas de la demanda de crudo, debilitando sostenidamente los precios.
A nivel local, Banxico incrementó su tasa de referencia 75pb a 10.00% como era ampliamente esperado. Ahora el mercado espera con mayor convicción una moderación en el ciclo restrictivo en tándem con el Fed. Con ello, la curva descuenta un alza de 50pb en diciembre y anticipa una tasa terminal de 10.75% el próximo año, ligeramente por debajo de la expectativa que tenemos en Banorte de 11.00% al cierre del 1T23.
Los Bonos M han seguido la dinámica de sus pares internacionales, acumulando ganancias de 52pb en noviembre. El rendimiento del instrumento de 10 años se ubica en 9.24% tras alcanzar máximos multianuales a finales de octubre de 9.94%. Finalmente, el peso mexicano ha destacado por su desempeño resiliente, cotizando en su mejor nivel desde antes de la pandemia en 19.32 por dólar. La divisa se mantiene respaldada por la alta tasa de Banxico y su amplio diferencial vs otros bancos centrales.