Cumplir con este objetivo es difícil en todas las regiones del mundo. No obstante, en América Latina y el Caribe (ALC) el reto tiene rasgos distintivos. Esta es una región vasta, diversa y llena de particularidades.
Somos una región que aún no ha ganado la batalla para erradicar la pobreza, y los resultados en cada país son disímiles. A ello se suman dos problemáticas adicionales, muy relacionadas: la marcada desigualdad en la distribución de la riqueza y la vulnerabilidad de buena parte de la población.
Una buena noticia es que, tres años después del estallido de la pandemia, las economías de la región han logrado recuperarse. La información recogida en 2022 señala que la región ha vuelto a los niveles de pobreza registrados antes de la pandemia (26.7 %).
De hecho, la recuperación ha sido más rápida que lo inicialmente pronosticado. En gran medida, esto se explica por la rapidez con la que cayó la tasa de pobreza en México entre 2021 y 2022 (del 30.8 % al 23.4 %). Brasil también registró desempeños mejores a los esperados, y debido a su tamaño influye de manera notoria en las cifras agregadas de la región. Sin embargo, nuestras tasas de pobreza aún son inaceptablemente altas.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA
En ALC existen diversos factores que influyen en la erradicación de la pobreza. Entre ellos se encuentran la debilidad de los sistemas de protección social y la deficiencia en la provisión de servicios básicos como salud y educación.
El resultado es que un tercio de los latinoamericanos y caribeños no son pobres, pero viven con un riesgo alto de quedar sumidos en la miseria. Para ello suele bastar solo “un empujoncito” en forma de shock económico que puede ser la pérdida del empleo, una enfermedad grave que afecte a cualquier miembro de la familia, una catástrofe de origen natural o una crisis macroeconómica.
Es innegable que, en los últimos años, la región ha registrado importantes avances en el combate a la pobreza, moderada y extrema. En el agregado, entre 2000 y 2022, la pobreza medida según la línea de ingreso de USD 6.85 diarios se redujo en 20 puntos porcentuales en ALC. Algunos países, como Perú, Colombia, Bolivia y El Salvador tuvieron desempeños realmente excepcionales.
Colombia, por ejemplo, redujo a la mitad su tasa de pobreza: del 67% entre 2001 y 2017, antes de la pandemia. El Salvador pasó del 51% en 2000 al 27.5 % en 2022, aunque en la línea de pobreza extrema (USD 2.15 de ingreso diario), el porcentaje de personas se ha más que duplicado de la pandemia a hoy en ALC.