El sentimiento de aversión al riesgo continúa predominando en los mercados financieros a pesar de recientes sesiones de respiro. Las lecturas de inflación a nivel global se mantienen marcadamente elevadas y las señales para confirmar sí ya se alcanzó el punto más álgido aún son difusas. Esta situación sigue presionando a los bancos centrales a actuar más rápido, incrementando a su vez las preocupaciones de los inversionistas de una mayor desaceleración económica.
En general, se mantiene el riesgo de estanflación en muchos países. En este sentido, la Reserva Federal publicó las minutas de su última decisión donde incrementó el rango de los Fed funds en 50pb a 0.75%-1.00%. En concreto, las minutas reafirmaron los más recientes comentarios de Jerome Powell y otros miembros a favor de alzas de 50pb en las decisiones de junio y julio. El comunicado fue recibido por el mercado sin ninguna sorpresa ya que dichos movimientos estaban completamente descontados por la curva. Con ello, el mercado anticipa un rango de 2.75%-3.00% para cierre de año, equivalente a un ajuste de alrededor de +200pb.
Por otra parte, la prolongación de la guerra en Ucrania y la política de “Covid cero” en China continúan generando choques en el dinamismo económico. Por un lado, como es conocido, Ucrania juega un papel relevante en la producción y exportación de granos a nivel global, el cual ha sido interrumpido generando un desabasto de cereales. Por ello, países como India se han sesgado hacia el proteccionismo alimentario. En particular, este país prohibió la exportación de trigo y azúcar, y ahora está evaluando añadir el arroz a la lista.
Vale la pena señalar que India es el principal exportador de arroz en el mundo y que los precios de dicho grano se han mantenido estables comparados con los del maíz facilitando la sustitución en el consumo. Bajo esta coyuntura los temores de un posible inicio de una crisis alimentaria han incrementado.
Por otro lado, China impuso nuevos confinamientos ante el alza de contagios destacando a Shanghái como una de las ciudades más afectadas. Las autoridades chinas reconocieron que las actuales dificultades económicas son peores a las observadas al inicio de la pandemia.
Bajo esta coyuntura, las posiciones netas largas en dólares han incrementado significativamente a US$ 20,314 millones desde US$ 6,400 millones antes del conflicto bélico. En paralelo, los inversionistas continúan recalibrando sus portafolios con la venta de posiciones en economías emergentes tanto de renta fija como de acciones. Así, los flujos de las últimas seis semanas promedian salidas de US$ 4,200 millones, con los mayores movimientos concentrados en Asia. Por su parte, durante mayo los bonos soberanos han registrado ganancias, mientras que el balance de las bolsas conserva un sesgo mayormente negativo.
A nivel local, el peso mexicano ha operado defensivo relativo a sus pares emergentes, acumulando una apreciación de 3.9% en el año solo después del BRL (+17.0%), RUB (+16.3%) y PEN (+9.5%). La divisa regresó a niveles de 19.80 por dólar respaldada por una postura más agresiva de Banxico, confirmada por las minutas que se publicaron el 26 de mayo.
En este sentido, el mercado reafirmó sus expectativas de un alza de 75pb en junio. Además, espera dos incrementos de 50pb en agosto y septiembre, así como ajustes de +25pb en las dos últimas juntas del año. Con ello, el ciclo restrictivo concluiría con una tasa de referencia en 9.25%, superior al ciclo anterior de 8.25%.
Subdirectora de Renta Fija, Tipo de Cambio y Commodities de Grupo Financiero Banorte. D Twitter: @LeslieOrozcoV LinkedIn: C Leslie Orozco.
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