En 2022, los paisanos enviaron 58,497 millones de dólares, a un tipo de cambio promedio de 20.12 pesos por dólar, esto equivale a 1 billón 176,000 millones de pesos. El año pasado, los programas sociales del Gobierno Federal entregaron 401,240 millones de pesos, en forma de pensiones para adultos mayores y para personas con discapacidad, becas para estudiantes, apoyos a campesinos en Sembrando Vida y para el mejoramiento de escuelas en La Escuela es Nuestra. Las cifras están en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
¿Por qué comparar el billón 176,000 millones de las remesas con los 401,000 millones de pesos de los programas sociales? Es una provocación y sirve para hacernos una idea de lo que representan las remesas en la vida nacional y en las cuentas nacionales. Estamos hablando de dos cantidades que, en cierto sentido, pertenecen a universos paralelos, pero tienen vasos comunicantes. Las remesas triplican los apoyos sociales del gobierno, aunque son transacciones entre particulares, marcada por la situación de los mexicanos que viven al norte del Río Bravo.
Los programas sociales tienen que ver con la relación del Gobierno con los ciudadanos. Se pagan con los impuestos de los mexicanos y se entregan a los ciudadanos que cumplen con los requisitos que el Gobierno define.
Las remesas siguen siendo noticia en 2023 porque registran un crecimiento importante e inesperado. En el primer trimestre sumaron 13,948 millones de dólares, esto es 11.4% más que en el mismo periodo del 2022. Con este comportamiento, las remesas desafían de nueva cuenta los pronósticos de los expertos. A fines de 2022, el Banco Mundial y el FMI advertían que habría una desaceleración de los envíos. Enmarcaban el pronóstico de remesas en el contexto de expectativas poco optimistas para la economía global en 2023: habrá menor crecimiento y la inflación seguirá erosionando la capacidad económica de los trabajadores que envían dinero a sus países.
Para el caso de México, los economistas “nacionales” añadían otras circunstancias: Estados Unidos verá frenada su actividad económica y quizá entre en recesión. Adicionalmente, llamaban la atención sobre un aspecto negativo del super peso. Este es que le quita atractivo al envío de dólares, porque estos compran menos pesos.
¿Seguirán las remesas creciendo de forma inesperada en 2023? Con los envíos de los mexicanos desde Estados Unidos todo puede pasar. La última vez que sufrieron un descalabro fue en mayo de 2020, justo en el momento en el que el covid había forzado un cierre masivo de negocios en Estados Unidos y la cancelación de las actividades en las que más se emplean los mexicanos.
Desde entonces, han sido 34 meses de crecimiento consecutivo. Entre 2020 y 2023 pasaron de 40,607 millones de dólares a 58, 497 millones de dólares. El promedio mensual pasó de 3,383 millones de dólares en 2020 hasta 4,874 millones de dólares. El crecimiento de 45% en este periodo no tiene parangón nivel global y su explicación se resiste a las respuestas simplistas.
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