El análisis
La Mujer, la Empresa y el Derecho (2023), elaborado por el Banco Mundial, evidencia la importancia de la igualdad de género para erradicar la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida. Expone que, según estudios recientes, eliminar las barreras legales para las mujeres permite que las economías de menor ingreso cierren parcialmente algunas brechas con las economías de mayor ingreso.
En ese sentido, un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO)
Mujer en la economía: los beneficios económicos de sumar a más trabajadoras estima que para 2030, el PIB podría ser 15% mayor que el PIB de 2020 si el gobierno y el sector privado implementan acciones para sumar a 8.2 millones de mujeres a la economía en los próximos 10 años, pero si México no implementa una agenda de inclusión sustantiva y real, y mantiene su tendencia actual de incorporación de mujeres al mercado laboral, el PIB en 2030 sólo sería 5% mayor.
El documento del Banco Mundial resalta que “un trato igualitario de la mujer ante la ley se asocia con un mayor número de mujeres que se incorporan y permanecen en la fuerza laboral y que, además, logran obtener puestos directivos”. Pero la realidad en México es que, de acuerdo con el estudio del IMCO, la tasa de participación económica de las mexicanas es muy baja. Hasta antes de la pandemia, sólo 45% de las mujeres mayores de 15 años contaban con un trabajo o estaban en búsqueda de uno.
El IMCO indica que en México en el sector privado hay una baja representación de mujeres que se reduce aún más conforme ascienden los puestos directivos. Mientras que el 35% de la plantilla laboral de las empresas que cotizan en las bolsas mexicanas de valores son trabajadoras, solo el 1% de las direcciones generales están ocupadas por mujeres y representan sólo el 9% del total de miembros de los consejos de administración.
Este análisis plantea muchas razones por las cuales las empresas deben sumar a más mujeres, sobre todo en cargos directivos: incorporar a más mujeres aumenta 55% su margen de ganancias y 47% su retorno sobre el capital, además tiene mayor probabilidad de mejorar su reputación, así como atraer y retener talento con mayor facilidad (casi 60%).
En la investigación
Mujeres en las empresas 2022, el IMCO plantea que es necesario impulsar políticas vida-trabajo que consideren las diferentes etapas personales de las mujeres como la maternidad con el objetivo de que permanezcan en la economía. “Contar con 30% de mujeres en las posiciones de liderazgo (consejos de administración, direcciones generales y puestos ejecutivos) puede llevar hasta un incremento de 15% en la rentabilidad de las empresas. Esto impulsa la atracción y retención de talento e inversión de las empresas y el país”.
MENSAJE COMPARTIDO
Las evidencias indican que más mujeres en el mercado laboral se traduce en libertad económica para ellas y beneficios económicos para sus familias y el país. De los reportes referidos se desprende que, de no implementar una agenda sustantiva y real para la igualdad entre hombres y mujeres, y mantener la tendencia actual, México tardaría casi 60 años en alcanzar la tasa de participación económica promedio de los países de la OCDE.
El reporte
La Mujer, la Empresa y el Derecho (2023), hace énfasis en que reformar para incentivar la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral —como empleadas y empresarias— iguala las condiciones entre géneros y permite que la economía sea más robusta frente a las crisis. Sin embargo, por lo que respecta a México, entre 2021 y 2022 no se encuentra en el registro de economías que han reformado sus leyes en alguno de los ocho indicadores que toma como referencia y que se pueden ver en la siguiente gráfica:
Los datos históricos de
La Mujer, la Empresa y el Derecho resaltan que eliminar las barreras legales para las mujeres permite que las economías de menor ingreso cierren parcialmente algunas brechas con las economías de mayor ingreso. De ahí la importancia de seguir trabajando para la igualdad de las condiciones jurídicas entre mujeres y hombres que se traducen en una mayor participación en la economía y, por lo tanto, en el aumento de los ingresos.