La productividad de las 15 ramas refleja un índice de 1.133 para los 30 años; las 9 ramas que más han aumentado el empleo tienen índice acumulado positivo, el nacional es de 0.82, es decir por debajo del 1.0, en tanto que la productividad es negativa.
Esas ramas reflejan un 35.2% de personal femenino contratado, con remuneraciones promedio anual de $149,375 para 3.6 millones y de $179,262 para 7.4 millones de hombres. Sin embargo, el promedio se ve afectado por la remuneración de $79 mil pesos y $75 mil pesos que se dan en los servicios de alquiler de bienes muebles y en los trabajos especializados para construcción, respectivamente. La remuneración del comercio al menudeo es baja, representa $12,370 pesos mensuales, además sorprende que, en este grupo de ramas con mayor crecimiento en número de empleos, el 96% de unidades económicas sea de comerciantes y otro 3.1% de servicios de arrendamiento de bienes muebles e inmuebles.
Tabla 2
Al ordenar las ramas económicas según mayor crecimiento en el valor de capital en términos reales, las que destacan son los servicios de almacenamiento (581%), que también tienen alto crecimiento en empleos (151%); la intermediación financiera no bursátil (307%); y otras cuatro cuyo capital crece por arriba de 200%.
En promedio estas 15 ramas crecen en 204% su capital y 379% el valor de su producción, mientras que sus empleos aumentan 44%. Comparativamente con la tabla 1 donde las 15 ramas con más crecimiento de empleo lo hicieron en 87% y su capital en 87%, las de la tabla 1 se distinguieron al crecer 505% el valor de su producción, lo cual parece ser la clave del incremento en el empleo y el capital. Sin embargo es tal el peso (costo) del capital, que se requiere mayor esfuerzo en la innovación para elevar su productividad.
En este grupo hay una participación de 35.1% de mujeres. Son 3.2 millones quienes perciben en promedio remuneraciones anuales por $204,287 colaborando con 4.2 millones de hombres que perciben $255,962 anuales en promedio. Este grupo tiene una productividad negativa, ya que con 0.800 no alcanza a conservar su nivel, pero cobran en promedio $237.8 mil pesos anuales que comparados con los $167.2 mil de las ramas con más crecimiento del empleo es 42.2% superior.
En este grupo también llama la atención que 54% de las unidades económicas con mayor crecimiento esté concentrado en una sola rama, en este caso en Servicios Personales, que consisten en salones y clínicas de belleza, baños públicos, bolerías, peluquerías, lavanderías y tintorerías, servicios funerarios, así como estacionamientos y pensiones para vehículos automotores.
En la tabla 3, se muestran ordenadas las ramas económicas en orden del mayor crecimiento en productividad. Su índice promedio es de 1.9, pero en dos ramas hay crecimiento en productividad acumulado superior a 3.771, ocho de las 15 crecen con índice superior a 1.5, lo cual representa una mejoría de 1.35% anual en productividad, nada despreciable.
Sus remuneraciones promedio son de $260.7 mil pesos, que divididos entre 12.5 meses equivale a $20,863 mil pesos mensuales, superior en 9.67% al grupo de mayor crecimiento del capital y 55.9% a las de mayor crecimiento en el empleo.
Tienen una integración de mujeres de 27.9%, comparativamente baja, con remuneración promedio de $225.5 mil anuales, siendo los hombres —6.2 millones— con remuneración anual de $279.7 mil. Nuevamente aquí es el comercio al menudeo la rama con más participación en unidades, le siguen la construcción y el transporte, ramas con remuneraciones comparativamente bajas, clave de una productividad no muy redituable para los participantes basada en salarios bajos como la del aprovechamiento forestal, que resultó de las más altas en incremento a la productividad, pero sin crecimiento en empleo.
Tabla 3
POR UN AUTENTICO PROGRESO
La informalidad también está medida. Quienes fundamentan su crecimiento en capital tienen menor informalidad (36.7%), después los que mejoran más en productividad (38.2%). Quienes tienen mayor índice de informalidad (43.8%) se ven afectados por alta informalidad “tolerada” en las ramas agropecuaria (79.3%), trabajos especializados de construcción y edificación (65.1%), así como el comercio al menudeo (68.0%).
Vista la importancia de monitorear y lograr avanzar en su índice de productividad, las empresas pueden recordar al gobierno, como dijera Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal norteamericana: “me preocupa el endeudamiento del gobierno, sólo podemos contar con una economía sustentable si mejoramos nuestra productividad, por arriba del 1% en que lo hemos estado haciendo”. En ello la política pública tiene un papel obligado a desempeñar.
Es materia de reflexión si las remuneraciones y, por tanto, las contribuciones fiscales son mejores y mayores donde crece más la productividad basada en la reinversión de capital y la tecnología, pero sustancialmente menores donde la informalidad es alta, insisto, con remuneraciones bajas.
De lo anterior se puede sacar como conclusión la importancia de elevar la calidad de la educación y el fortalecimiento de las cadenas productivas de alto valor como las de fabricación de componentes electrónicos, automotrices y equipo médico, además de los servicios de comunicaciones digitales y de transporte, mejorando el abastecimiento de energía. Eso sería un auténtico progreso.