En el mes de julio, la inflación al consumidor se ubicó en una tasa anual de 5.57%, acelerándose por quinto mes consecutivo y siendo la mayor inflación desde mayo del año pasado (5.84%). A tasa mensual, la inflación fue de 1.05%, siendo la más alta desde noviembre del 2021 (1.14%), considerando cualquier mes y desde julio de 1996, considerando un mes igual.
Las presiones se observaron principalmente en el componente no subyacente, que acumula 5 meses consecutivos de aceleración. En particular, destaca que el subcomponente con mayor cantidad de meses consecutivos acelerándose es el de energéticos, con un total de 12 meses.
Por el contrario, la inflación subyacente acumula 18 meses consecutivos de desaceleración, siendo las mercancías las que han favorecido la disminución. La menor presión en el componente subyacente ha ayudado a que la inflación general no se dispare. Sin embargo, la inflación se encuentra en niveles elevados con riesgo de seguir subiendo.
Del componente subyacente preocupa 1) la volatilidad del tipo de cambio, que podría generar presiones al alza sobre los precios de las mercancías y 2) que la inflación del sector servicios siga presionada al alza.
Dentro de los riesgos del componente subyacente destaca el elevado déficit presupuestario, mayores costos laborales y posibles disrupciones en cadenas de suministro por los conflictos geopolíticos globales. Además, el alza en energéticos (del componente no subyacente) amenaza con presionar al alza el resto de los precios. Con todo esto, es muy posible que la inflación siga en niveles elevados, con un cierre de año cercano al 5%, que de materializarse sería la mayor inflación de cierre anual desde diciembre del 2022.
A pesar del alza en la inflación, el Banco de México decidió recortar la tasa de interés en 25 pb a 10.75%, en una decisión muy controvertida. En el comunicado de política monetaria se establece que la desaceleración económica y el descenso de la inflación subyacente es lo que permitió hacer el recorte de tasa de interés.
Por el contrario, en Estados Unidos diferentes oficiales de la Reserva Federal han dicho que no quieren precipitarse a recortar la tasa de interés, pues con todos los riesgos que hay, podrían tener que volver a subirla. En Estados Unidos la inflación se ubicó en julio en una tasa anual de 2.89%, acumulando cuatro meses consecutivos desacelerándose.
Generalmente, las presiones inflacionarias del componente no subyacente no son de preocupación, pues en este componente se ubican los productos con los precios más volátiles, que un día suben de precio y a los pocos días se ajustan a la baja. No obstante, al ser persistente la elevada inflación de este componente, amenaza con presionar a la inflación general en el futuro.
De hecho, el mismo Banco de México en su comunicado de política monetaria elevó los pronósticos de la inflación general para el tercer y cuarto trimestre del 2024, así como para el primer trimestre del 2025. Por lo anterior, las presiones inflacionarias de la inflación no subyacente deberían haber sido relevantes al considerar el recorte en tasa de interés.
Al interior de la inflación no subyacente, destaca que todos los subcomponentes se aceleraron en julio: 1) productos agropecuarios tiene una inflación anual de 13.72%, explicado por una inflación anual en frutas y verduras de 23.55% y en productos pecuarios de 5.36% y 2) energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno con una inflación anual de 7.31%, con una inflación anual en energéticos de 9.17% y en las tarifas autorizadas de 3.42%. De hecho, el subcomponente con mayor cantidad de meses consecutivos acelerándose es energéticos con un total de 12 meses.
Por su parte, la inflación subyacente, se desaceleró desde 4.13% a 4.05% anual, siendo la menor tasa desde febrero del 2021 (3.87%). Sin embargo, no todo es positivo para este componente, pues la inflación anual del subcomponente de servicios se aceleró, con todos sus subcomponentes al alza, particularmente los servicios de vivienda que enfrentaron su mayor inflación anual desde diciembre del 2008.
A tasa mensual la inflación presenta un panorama de mayor preocupación, pues fue de 1.05%, siendo la más alta desde noviembre del 2021 (1.14%) considerando cualquier mes y desde julio de 1996, considerando un mes igual. De hecho, la mayoría de los componentes de la inflación no subyacente registraron las mayores tasas mensuales en muchos años:
• No subyacente, la mayor desde 1988.
• Agropecuarios, la mayor desde 1988.
• Frutas y verduras, la mayor desde 1985.
• Pecuarios, la mayor desde 2012.
• Energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, la mayor desde 2020.
• Energéticos, la mayor desde 2020.
• Tarifas autorizadas por el gobierno, la mayor desde 2022.
La reciente decisión del Banco de México y su explicación del recorte hacen pensar que seguirán recortando la tasa de interés. Esto tiene implicaciones importantes. Para el gobierno, implica un menor pago de intereses en 2025, para las personas implica que la inflación podría permanecer en niveles altos más tiempo.