Las imágenes y mensajes que se desprenden de la ENADIS no son halagüeños para la sociedad mexicana. Reflejan un alto grado de intolerancia. Por ejemplo, en relación con 2017, la población que manifestó haber sufrido algún tipo de discriminación aumentó de 20.2% a 23.7% en 2022, es decir, casi uno de cada cuatro mexicanos. Aunque como lo mencionó Gabriela Warkentin (Reforma 31 de mayo) ¿Se incrementaron los actos de discriminación o aumentó la conciencia de quienes hoy afirman ser discriminadas? De todas formas, es una percepción grave.
Hay múltiples actos discriminatorios que recoge la encuesta, por ejemplo, origen étnico, color de piel, sexo, preferencia sexual, edad, discapacidad, aspecto físico y vestimenta incluido portar tatuajes, religión, forma de pensar y tipo de actividad laboral. Ello hace que la discriminación se manifieste como machismo, misoginia, homofobia, xenofobia o racismo, todas ellas violaciones al derecho humano más básico: el respeto a la pluralidad y diversidad.
De entre lo vasto que contiene la ENADIS extraigo resultados de tres grupos sociales encuestados que ilustran lo serio del tema. Acerca de las personas de 60 años y más, sólo la tercera parte (31.6%) manifestó que hay mucho respeto sobre los derechos de su mismo grupo. También el 44.6% de este grupo percibió que se discrimina mucho al momento de buscar empleo, mientras que el 18.3% percibió este grado de discriminación en oficinas o servicios de gobierno. Ese desprecio hacia los adultos mayores al realizar trámites en una oficina pública lo hemos atestiguado muchos. Y lo más grave: el 42.5% declaró que se le negó injustificadamente atención médica o medicamentos, y al 33.3% se le negó recibir apoyos de programas sociales (becas, BIENESTAR, etcétera). He ahí el reflejo del fracaso de las dizque “políticas sociales” de la 4T.
Otro grupo. El 37.3% de la población de 18 años y más de la diversidad sexual y de género declaró haber sido discriminada en los últimos 12 meses. De este, 41.8% dijo haberlo sido por su forma de vestir o arreglo personal (tatuajes, ropa, peinado, perforaciones).
Finalmente, acerca de la prevalencia de la discriminación contra trabajadoras remuneradas del hogar de 18 años y más, el 34.6% respondió haber sido discriminada en los últimos 12 meses.
La ENADIS es una sacudida de conciencia para todos. Simplemente reflexionemos que en nuestro lenguaje cotidiano utilizamos muchas expresiones discriminatorias. Debemos practicar la tolerancia y el respeto, empezando por el inquilino de Palacio quien a diestra y siniestra reparte odios de intemperancia, constituyéndose en un gran discriminador.
Ver nota original. El Economista