Si bien los datos de la Encuesta de Expectativas IMEF de noviembre no mostraron variación para el cierre del año en cuanto al PIB, la inflación y la tasa de política monetaria al quedar en 1.4, 4.5 y 10%, respectivamente, y el tipo de cambio al pasar de 19.70 a 20.00 pesos por dólar y los estimados para 2025 en 1.0, 4.0, 8.25% y 20.50 (desde los 20.30), las presiones al cierre de este año e inicio del siguiente aumentaron por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, además de los factores internos mencionados.
La elección de Trump como el presidente número 47 ha puesto sobre la mesa temas cruciales para México como: TMEC, migración, seguridad y narcotráfico e inversión extranjera directa nueva que se mantiene en niveles mínimos por la falta de confianza.
En cuanto al TMEC, porque la postura de Trump plantea para 2026 ya no una revisión, sino una renegociación. El factor crucial sería la imposición de aranceles adicionales y presiones comerciales para lograr una mejor colaboración de México en temas de migración y narcotráfico.
Esta situación se da en el marco de las condiciones internas de México, entre las que está la viabilidad de reducir el abultado déficit fiscal de 2024 y la salida que habrá que dar el gobierno a la situación de Pemex, que anticipa que seguirá siendo una carga sustancial en las finanzas públicas de la Federación tomando en cuenta la situación de la petrolera al tercer trimestre de 2024:
La producción de crudo (sin condensados) de Pemex ya bajó de 1.5 millones de barriles diarios y registra la pérdida neta acumulada a septiembre de 22 mil millones de dólares, capital contable negativo de 89 mil millones de dólares, pasivo laboral de 65 mil millones de dólares, pasivo financiero y de arrendamiento de 99 mil millones de dólares, así como deudas con proveedores de 21 mil millones de dólares.
Para no seguir en esta situación es indispensable una restructuración en el modelo de negocio de Pemex dando preferencia a las unidades de negocio que generen flujo de efectivo positivo.
¿BUEN CAMINO?
En este contexto, el Paquete Económico 2025 presentado el 15 de noviembre estima un crecimiento económico de entre 2 y 3% en 2025, un comportamiento del tipo de cambio de 19.7 pesos por dólar al concluir 2024 y 18.5 al cierre de 2025, además de un déficit ampliado entendido como los requerimientos financieros del sector público (RFSP) que pasarán de 5.9% al cierre de 2024 a 3.9% para 2025.
EL IMEF considera que reducir el déficit presupuestal es una buena señal, incluso ambiciosa, porque aunque no crezcamos como se plantea, se estabilizan las finanzas públicas del país, lo cual es muy positivo, aunque el crecimiento sea menor al planteado en el Paquete Económico.
Cabe señalar que el no publicar los Datos Abiertos del presupuesto para 2025 rompe con una tradición de transparencia de una década y pudiera generar desconfianza sobre el Paquete Económico en un momento donde se necesita apoyo de observadores a los esfuerzos del gobierno por una mayor disciplina que estabilice las finanzas públicas. El IMEF exhorta a la Secretaría de Hacienda a mantener dicha buena práctica para lograr que todos los participantes del mercado secunden las acciones del gobierno.
También debemos estar pendientes del desarrollo de los factores internos y externos en el contexto del cambio en la perspectiva de calificación de México de ‘estable’ a ‘negativa’ que hizo Moody’s y de sus implicaciones.
Finalmente, el IMEF observa que el pronóstico de 2 a 3% de crecimiento del PIB es optimista, al igual que el tipo de cambio pronosticado. Por lo tanto, el reto actual en las finanzas públicas requiere de la inversión privada como motor principal para el crecimiento económico.
En este sentido, apoya que la administración federal implemente las decisiones correctas para lograr la estabilidad económica que permita un crecimiento con sostenibilidad a largo plazo y así resolver los principales problemas del país que son la pobreza y la desigualdad.
Reducir el déficit presupuestal es una buena señal, incluso ambiciosa, porque aunque no crezcamos como se plantea, se estabilizan las finanzas públicas del país, lo cual es muy positivo, aunque el crecimiento sea menor al planteado en el Paquete Económico.