En días pasado se presentó la
Estrategia Nacional del Sector Eléctrico que se compone de cuatro ejes: fortalecimiento de la planeación del Sector Eléctrico Nacional; avanzar en la justicia energética; garantizar un sistema eléctrico robusto, confiable y seguro; y reglas claras para asegurar e incrementar la inversión privada. Esta estrategia es parte del Plan Nacional de Energía, a través de la cual se pretende que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) “siga creciendo y fortaleciéndose”.
La Presidenta Claudia Sheinbaum señaló que el crecimiento y fortalecimiento de la CFE será con
esquemas financieros ya probados y con reglas claras que deberán estar listas en los primeros meses de 2025, ya que la reforma constitucional establece un plazo de 180 días.
La estrategia presenta tres esquemas de participación privada para la generación de energía renovable:
1. Licitación de contratos de largo plazo de energía que se entregará directamente a la CFE.
2. A través de una nueva figura denominada productores mixtos en la que las empresas privadas participarán con la CFE bajo un esquema de inversión de 54% de la empresa estatal y el 46% en manos de la inversión privada.
3. Se contempla a las empresas privadas que quieran vender su energía en el mercado eléctrico, las cuales tendrán que cumplir con los requerimientos que vienen en el Plan de Energía con un respaldo de 30% de la capacidad instalada en el caso de fuentes intermitentes como la tecnología solar y eólica, además de respetar el código de red.
La directora general de la CFE, Emilia Calleja, destacó que
el plan de inversión estimado para la CFE en este sexenio contempla un total de 23 mil 400 millones de dólares, de los cuales 12 mil 300 millones de pesos será para la generación de 13 mil 24 megawatts; 7 mil 500 millones de dólares para el refuerzo de la infraestructura y 3 mil 600 millones de dólares para la distribución de la energía en hogares.
El FOCO
La secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, señaló en la presentación de la estrategia que su objetivo es que “el Estado recupere su capacidad para ordenar, regular y orientar el desarrollo del sector eléctrico y la transición energética, con una visión de mediano y largo plazo, porque para nosotros
la planeación es clave para promover un desarrollo equitativo, inclusivo e integral para todas y todos”.
Señaló que como parte de la Justicia Energética se llevará
electricidad a los hogares que no cuenten con ella; se implementarán dos nuevos programas: el primero, de cocinas limpias para sustituir el uso de leña y el segundo, la instalación de paneles fotovoltaicos en los hogares del norte del país, proyecto que comenzará en Mexicali, Baja California; además de que se fomentarán
acuerdos entre las empresas privadas y las comunidades para impulsar el desarrollo regional.
Se destacó que las tarifas
se mantendrán en términos reales y continuará el subsidio para todos los usuarios de energía eléctrica de escasos recursos y que se implementa un Plan de Confiabilidad con el cual se establecen acciones técnicas, operativas y estratégicas de carácter preventivo; se ejecuta el programa anual de mantenimiento de Centrales Generadoras; se hace una gestión oportuna de los inventarios de combustibles y se ejecuta la renovación y el mantenimiento de los procesos de transición para llevar la energía a cada hogar.
Además,
presentó los posibles escenarios con los cuales se dará paso a la transición energética con el que se estima que para el 2030 haya una demanda de 64 mil 979 megawatts de generación eléctrica a través de energías limpias.
SÍ, PERO…
El
Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) sostiene que el sector energético es un precursor indispensable para el crecimiento y desarrollo económico del país, por ello
analizó el Plan Nacional de Energía desde los ángulos de financiamiento, crecimiento de la capacidad instalada y transición energética.
El IMCO señaló que, a pesar de que los montos de inversión posiblemente no sean suficientes para las necesidades del país, es de destacar
que el plan contempla diversos mecanismos para el desarrollo de infraestructura eléctrica, que van desde el mercado hasta la figura de productores mixtos, donde el Estado y los privados podrán invertir en conjunto y
que, implementados correctamente, estos pueden abonar a la competitividad de la economía nacional en los años por venir.
Sin embrago, concluyó su análisis diciendo que el éxito del Plan Nacional de Energía requiere
reglas claras y certidumbre para la inversión, en este sentido, “será crucial conocer detalles de la nueva arquitectura institucional del regulador. Al mismo tiempo, es necesario considerar no únicamente las proyecciones de crecimiento de la demanda eléctrica, sino el potencial de crecimiento de la misma de no estar limitada la capacidad de generación”.