La narrativa en noticieros y/o en redes sociales sigue indicando que esa unidad se encuentra en un punto bajo. Es más, se puede decir de manera anecdótica que existe evidencia de la creciente polarización con solo echarle un vistazo al Twitter. Pero para conocer ese nivel de polarización, se requiere una medición más objetiva. Por ello, el
Vanderbilt Project on Unity and American Democracy desarrolló una herramienta que permite medir el concepto de unidad de manera sistemática, replicable y confiable a lo largo de varios años. Esta herramienta se conoce como el
Vanderbilt Unity Index (VUI).
El objetivo que se propuso este Proyecto fue medir trimestralmente el concepto de unidad en EE.UU. para poderle dar seguimiento y contextualizar su nivel, así como para tener el pulso de qué tan unidos se sienten los estadounidenses, sobre todo después del episodio del 6 de enero de 2021. Para generarlo, este índice se alimenta con datos de cinco variables que son: las encuestas públicas disponibles sobre la fuerte desaprobación presidencial, el extremismo político e ideológico, la confianza social, la conflictividad política y social, y mediciones sobre polarización en el Congreso. Este índice presenta datos a partir de 1981. La gráfica 1 muestra la tendencia del VUI.
Gráfica 1
Estados Unidos: Tendencia del Índice de Unidad de Vanderbilt
La gráfica 1 da evidencia del paulatino declive en la tendencia del VUI. Esta tendencia no sorprende cuando se contrasta con la realidad política actual de los EE.UU. Las diferencias políticas han ido creciendo, llevando a las dos partes cada vez más hacia los extremos, polarizándose al grado de llegar actualmente a niveles de violencia preocupantes que además inhiben la participación ciudadana, algo inherente a las democracias.
Un estudio reciente del
Center for Strategic and International Studies (CSIS) sobre terrorismo doméstico, polarización y violencia destaca que ha habido incrementos importantes en el total de los ataques terroristas y conspiraciones en las manifestaciones, protestas, marchas y plantones ciudadanos en 2020. Mientras que en 2019 el total de la actividad terrorista doméstica fue de 2% (1 de 65 incidentes), en 2020 ese aumento fue de 47% (52 de 110 incidentes). Y aunque en 2021 ocurrieron menos incidentes que en 2020, el total de los ataques terroristas y conspiraciones en las manifestaciones va en aumento en el país.
Ese estudio define el concepto de terrorismo como el uso o amenaza deliberada de violencia de actores no estatales, con el propósito de lograr sus objetivos políticos y crear un amplio impacto psicológico. Pero ¿se tiene idea de quiénes en EE.UU. son los que producen estos niveles de violencia en la actualidad? Este mismo estudio de CSIS presenta información interesante que abarca desde definiciones generales sobre los grupos involucrados en actos violentos hasta datos estadísticos relevantes pertenecientes a estos cuatro grupos terroristas violentos, a saber:
1. Se refiere a los terroristas violentos de ultra derecha que, por lo general, están motivados por ideas de supremacía racial o étnica: anti-semitismo, xenofobia. Estas personas son proclives al autoritarismo. Se caracterizan por su oposición a la autoridad gubernamental, incluyendo temas relacionados con políticas públicas como de Covid-19, además una fuerte oposición a la migración y al aborto. Incluye también la misoginia y el odio relacionado con la sexualidad o identidad de género; creyentes en las teorías conspiratorias de QAnon. Entre estos grupos violentos se encuentran Proud Boys, Oath Keepers, Three Percenters y Patriot Prayer.
2. Son los terroristas violentos de ultra izquierda motivados por su oposición al capitalismo, imperialismo y colonialismo; apoyan el nacionalismo negro. Están a favor de las causas ambientales o derechos de los animales. Tienen creencias pro-comunistas o pro-socialistas; están a favor de los sistemas descentralizados políticos y sociales, entre ellos, el anarquismo. Entre estos grupos violentos se encuentran Antifa, Black Bloc, Earth Liberation Front, Animal Liberation Front, Redneck Revolt, Jane’s Revenge, John Brown Gun Club y Weather Underground.
3. Referente a los terroristas religiosos; son aquellas personas con un sistema de creencias relativas a la fe religiosa como el cristianismo, hinduismo, islamismo, judaísmo u otra fe religiosa. Su violencia está motivada por esas creencias. Los ataques religiosos registrados por CSIS están inspirados en su totalidad por la ideología jihadista.
4. Terroristas etno-nacionalistas, que comparten una identidad nacional, motivados por objetivos étnicos o nacionalistas, como la independencia y/o la autodeterminación.
Gráfica 2
Estados Unidos: Ataques terroristas y conspiraciones según la orientación del perpetrador, 1994-2021
De acuerdo con la clasificación anterior, la gráfica 2 presenta el número de ataques terroristas y conspiraciones en EE.UU. según la orientación del perpetrador durante el periodo 1994-2021. Es interesante destacar que los dos grupos terroristas más violentos son los de ultra derecha y los de ultra izquierda como lo demuestra esta gráfica, sobre todo a partir de 2015. Asimismo, el grupo terrorista de la ultra derecha es el que ha llevado a cabo el mayor número de ataques terroristas hasta la fecha.
Gráfica 3
Estados Unidos: Principales armas utilizadas en los ataques terroristas y conspiraciones de los grupos violentos de ultra derecha y de ultra izquierda, 2021
La gráfica 3 muestra el arma utilizada en los ataques terroristas y en las conspiraciones realizadas por los grupos violentos de ultra derecha, así como los de ultra izquierda en 2021. Hay que destacar que los grupos violentos de ultra derecha utilizan primordialmente armas de fuego porque son mucho más propensos a perseguir sus objetivos con intenciones letales. La dependencia de los actores violentos de extrema derecha de armas como pistolas, explosivos e incendiarios es consistente con su mayor proporción de ataques letales en 2021. De hecho, la mayoría de las muertes atribuibles a los terroristas en 2021 fueron por armas de fuego: 9 de los 11 ataques fatales se cometieron con armas de fuego, lo que representó 26 muertes de un total de 30. Por su parte, los grupos violentos de ultra izquierda utilizan predominantemente armas contundentes tipo navajas, las cuales son menos letales. Es interesante observar en esta gráfica que los grupos violentos de ultra izquierda utilizan en mucho menor medida el método de explosivos e incendios que los actores violentos de la ultra derecha.
Gráfica 4
Estados Unidos: Objetivos de los ataques terroristas y conspiraciones de los grupos violentos de ultra derecha y ultra izquierda, 2021
Independientemente de si se trata de grupos violentos de ultra derecha o de ultra izquierda, los objetivos preferidos para ataques violentos han sido las instalaciones gubernamentales, las militares, de la policía, así como su personal como puede verse en la gráfica 4. Asimismo, esta gráfica muestra un aspecto muy interesante: mientras los grupos violentos de ultra derecha buscan atacar directamente a individuos privados con base en su raza, etnicidad, religión o género, los grupos de ultra izquierda focalizan más sus ataques hacia los negocios, causando daños a las propiedades.
En 2021 los ataques de los grupos violentos de ultra derecha fueron el tipo de terrorismo doméstico más frecuente, aunque los ataques de los grupos violentos de ultra izquierda van en aumento. Así, por ejemplo, de los 77 eventos terroristas ocurridos en 2021, 38 fueron perpetrados por la ultra derecha violenta, mientras que la ultra izquierda violenta realizó 31 eventos terroristas, 3 eventos por los Salafi-jihadistas, 2 por grupos etno-nacionalistas, y 3 por otros motivos.
Es un hecho que la polarización política ha llevado a utilizar la violencia con más frecuencia en las manifestaciones, plantones, protestas y marchas ciudadanas. La evidencia nos muestra que, en un clima políticamente cargado, especialmente en las áreas metropolitanas —Portland, Seattle, Los Ángeles, New York y Washington, D.C.— algunas manifestaciones son incubadoras de terrorismo doméstico. Esto es muy preocupante a la luz de estudios recientes que indican que un porcentaje históricamente alto de estadounidenses piensa que la violencia contra el gobierno o contra personas con puntos de vista opuestos puede estar justificada, siendo que en EE.UU. es completamente ilegal.
¿Qué implicaciones tienen esta polarización y violencia en la democracia? La tesis doctoral de Diana Palmer de la Universidad de Northeastern concluye precisamente que la violencia y las amenazas de violencia desincentivan a los ciudadanos a participar en eventos públicos y/o masivos, expresando sus ideas y sus opiniones, así como apoyando en mítines y eventos públicos a sus candidatos. En este sentido el terrorismo doméstico se ha convertido en una amenaza para la democracia estadounidense, porque no permite que los ciudadanos ejerzan sus derechos constitucionales en plenitud. Las manifestaciones, marchas, protestas y plantones pacíficos son importantes para ejercer los derechos de la Primera Enmienda, la cual garantiza el derecho a la libertad de expresión, de reunión, religión, medios, y de petición al gobierno.
En línea con las conclusiones de la investigación de la Dra. Palmer, el pasado 22 de agosto la cadena televisiva NBC realizó una encuesta al público en general. Los resultados son reveladores. En primer lugar, se encontró que las amenazas a la democracia es el tema prioritario entre los votantes a nivel nacional; en segundo, los votantes mencionaron el costo de la vida; y en tercero empleos y economía.
Con todos estos antecedentes no es coincidencia que el presidente Biden haya dado un discurso en Filadelfia, en el Salón Independencia, advirtiendo que la democracia nacida en ese lugar enfrenta una amenaza existencial del expresidente Trump y sus aliados, y que las elecciones de mitad de periodo en este otoño tienen consecuencias.
En su discurso crítico, Biden destacó los esfuerzos de Trump y sus partidarios para socavar las elecciones presidenciales de 2020, los pretextos y justificaciones sobre los disturbios violentos del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de EE.UU. y los recientes ataques al FBI. Advirtió también sobre el peligro que enfrentan el estado de derecho y futuras elecciones cuando numerosos candidatos respaldados por Trump buscan cargos críticos en todo el país, incluidos algunos puestos que supervisarán las elecciones presidenciales de 2024. Asimismo, resaltó que los republicanos de
Make America Great Again (MAGA) no respetan la Constitución ni el estado de derecho, ni reconocen la voluntad del pueblo. Y remató señalando que los republicanos de MAGA se niegan a aceptar los resultados de una elección libre, y que están trabajando en los estados para empoderar a los que niegan las elecciones para socavar a la misma democracia.
El presidente concluyó su discurso diciendo que durante mucho tiempo se dijo que la democracia estadounidense estaba garantizada, pero que realmente no es así. Subrayó que hay que proteger la democracia y defenderla todos y cada uno de los ciudadanos estadounidenses. Sin duda, Biden externó que Trump y los republicanos MAGA representan un extremismo que amenaza los fundamentos de la república democrática.