“Para nosotros será muy relevante conocer el detalle de los ajustes que planea aplicar el próximo gobierno, el ritmo de reducción del déficit (fiscal) y cómo lo llevará a cabo a partir del 2025”, explicó el analista soberano para México en la agencia, Renzo Merino.
En conferencia de prensa, convocada tras conocerse el resultado electoral, el analista detalló que entre los temas relevantes a considerar sobre la perspectiva crediticia de México están: cómo enfrentará el deterioro de la posición fiscal que hereda del gobierno saliente y el manejo financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La nota soberana de México en Moody’s es “Baa2/perspectiva estable”, una calificación que garantiza acceso del emisor soberano al mercado a una prima más baja y competitiva. Y la nota que tiene el soberano en esta agencia, que es dos niveles arriba del Grado de Inversión, es la más alta entre las tres calificadoras de mayor presencia mundial.
La nueva administración tomará al gobierno con un reducido espacio fiscal, pues parte de un déficit de casi 6 puntos del PIB, señaló.
De acuerdo con el experto, el apoyo financiero del gobierno a Pemex y el mayor gasto social que han caracterizado a la administración actual, han desplazado otros gastos operativos como salud, seguridad y educación.
Gran parte de los recursos que permitieron a la administración saliente mantener un déficit inferior a 3% del PIB en los primeros cinco años de gobierno, fueron los fondos y fideicomisos que “se consumió”, lo que también genera rigidez en el gasto público.
EL CLIMA DE NEGOCIOS
Otro factor que será relevante en la evaluación del panorama crediticio de México, será la relación entre el marco institucional del país, las reformas propuestas por la administración saliente que pueden avanzar gracias a la mayoría que ganó el partido gobernante en el Congreso y cómo afectará el ambiente para hacer negocios.
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