Agosto puede ser un mes desafiante para los mercados financieros, donde la volatilidad se intensifica y los movimientos bruscos se vuelven más comunes. Algunos participantes están de vacaciones y, por lo tanto, se reduce el volumen de operaciones, lo que lleva a exacerbar los movimientos en los precios. Además, agosto es un mes en el que se terminan de publicar cifras importantes del primer semestre del año, empiezan a salir las del segundo y tienen lugar anuncios que afectan las perspectivas para el resto del año.
Recordemos que en agosto de 2007 se marcó el inicio de la crisis hipotecaria en Estados Unidos, con caídas de alrededor de 4.5% en los indicadores bursátiles. En agosto de 2011, S&P quitó a Estados Unidos su calificación de AAA, lo que generó una alta volatilidad en los mercados. En este mismo mes, pero en 2015, China devalúa de forma inesperada el yuan generando turbulencia en los mercados financieros internacionales.
En este año, el 5 de agosto los mercados financieros internacionales sufrieron un episodio de alta volatilidad con pérdidas importantes en los mercados bursátiles alrededor del mundo. En particular, las fluctuaciones del mercado respondieron, entre otras, a las recientes acciones tomadas por la Fed y el Banco Central de Japón (BoJ).
En el primer caso, la decisión de mantener las tasas sin cambio, aunado a un reporte de empleo que resultó por debajo de lo esperado, encendieron las alarmas de recesión en Estados Unidos, con el mercado incorporando hasta 4 recortes de 25 puntos base en la tasa de interés para finales del año (quedan tres reuniones, lo que implicaría un recorte de 50pb en alguna de ellas).
Por su parte, el BoJ decidió subir su tasa de referencia a 0.25% de un rango entre -0.1% y 0% anteriormente. La decisión estuvo en línea con lo esperado, pero abrió la puerta a mayores alzas en el futuro, haciendo que el yen se apreciara en un 5.6% pocos días después del anuncio. Esto provocó la liquidación de posiciones de carry trade relacionadas con el yen japonés vs. una variedad activos, entre los que se encontraba el peso mexicano, que sufrió una depreciación de 3.1% en el mismo período.
EL ROL DEL YEN JAPONÉS EN LA ESTRATEGIA DE CARRY TRADE
Con tasas de interés históricamente bajas, como ha sido el caso en los últimos años, los inversionistas están atentos a las oportunidades que les deriven mayores rendimientos. El carry trade consiste en pedir prestado en una moneda con baja tasa de interés para invertir los recursos en una moneda con una tasa relativamente más alta.
En esta transacción se corre, entre otros, un riesgo de tipo de cambio. Si la moneda en la que se invierte se deprecia, las ganancias pueden disminuir o incluso convertirse en pérdidas, por lo que estas estrategias suelen darse entre países con mercados de divisas relativamente estables.
El yen japonés es una de las monedas más liquidas del mundo, lo que significa que es relativamente fácil para los traders entrar y salir del mercado. Además, es un mercado considerado como estable con un riesgo manejable de tipo de cambio y con baja volatilidad en comparación con otras monedas.
Adicionalmente, el yen ofrece un costo de financiamiento bajo, haciendo atractivas las operaciones de carry trade. Cabe recordar que, desde la década de 1990, Japón ha estado en una situación de estancamiento económico, con una política monetaria ultra laxa.
En particular, en los últimos años, el BoJ ha mantenido tasas ultra bajas, e incluso negativas. Esta política contrasta con la de otros bancos centrales que han aumentado la tasa de interés para combatir la inflación. Estas razones hicieron muy atractivo para los inversionistas a acumular posiciones de carry trade utilizando yenes.
En los últimos años, el BoJ ha mantenido tasas ultra bajas, e incluso negativas. Esta política contrasta con la de otros bancos centrales que han aumentado la tasa de interés para combatir la inflación. Estas razones hicieron muy atractivo para los inversionistas a acumular posiciones de carry trade utilizando yenes.
Del otro lado del carry trade, los inversionistas encuentran atractivos los activos mexicanos. En primer lugar, México es una economía estable con fundamentales macroeconómicos relativamente fuertes con mercados accesibles y con un nivel de liquidez de los más altos del mundo en el mercado cambiario.
EL ATRACTIVO DEL PESO MEXICANO EN LOS MERCADOS INTERNACIONALES
Del otro lado del carry trade, los inversionistas encuentran atractivos los activos mexicanos. En primer lugar, México también es una economía estable con fundamentales macroeconómicos relativamente fuertes con mercados accesibles y con un nivel de liquidez de los más altos del mundo en el mercado cambiario.
A esto hay que añadir que los diferenciales de tasas con México se comenzaron a ampliar cuando el Banco de México empezó a subir su tasa de referencia en junio de 2021 hasta llevarla a niveles de 11.25% en abril de 2023. Durante este período, la tasa en yenes permaneció sin cambios, lo que implicó un diferencial que pasó de 435pb a 1,135pb en el mismo período.
Otro factor a favor que contribuyó al atractivo de la divisa mexicana para las estrategias en cuestión es la narrativa positiva en torno al peso mexicano. Esta se explica, desde luego, por la ampliación de los diferenciales de tasas, aunque también hay que tener en cuenta el entusiasmo generado por la inigualable posición de México ante la tendencia de relocalización de las cadenas de valor (nearshoring).
¿DESPUÉS DE LA TORMENTA SIEMPRE LLEGA LA CALMA?
Tras el lunes negro del 5 de agosto, los mercados parecen haber encontrado un breve respiro. El Banco de Japón logró calmar los ánimos al descartar nuevas alzas de tasas mientras persista la volatilidad. Sin embargo, aún no está claro si los excesos de las posiciones de carry trade se han deshecho por completo.
De hecho, podríamos estar en la antesala de nuevas oleadas de volatilidad, alimentadas por la disminución de la liquidez típica del fin de la temporada estival y la creciente incertidumbre sobre la evolución de la economía global, entre otros factores.
Además, la demanda de liquidez podría aumentar en las próximas semanas con la llegada de los cierres fiscales corporativos en EE.UU., cuyo año fiscal concluye el 30 de septiembre, y los ajustes en los libros de los mercados financieros, entre otros elementos clave.
En lo que se refiere a nuestro país, Banxico ha reducido la tasa de interés en 50pb en lo que va del año, dejando la puerta abierta a más reducciones en el futuro. No obstante, el diferencial de tasas sigue resultando atractivo.
Quizá lo que podría preocupar a los inversionistas es un cambio en la dirección de la narrativa sobre el peso mexicano debido a factores idiosincráticos como el cambio de gobierno, la aprobación de la reforma al poder judicial y la desaparición de los órganos autónomos, así como la presentación del presupuesto para 2025 en noviembre.