En Banorte estamos comprometidos con revolucionar la forma de generar información económica y de mercados, anticipar rumbos de tendencia, y contribuir activamente a su
divulgación precisa y oportuna.
Por ello, nos enorgullece participar en la revista del IMEF, que en esta ocasión celebra su edición número 100.
Banorte ha acompañado a esta publicación a lo largo de toda su historia y evolución,
desde su formato físico hasta su
transformación digital. Reconocemos su importante labor de difusión para que la información llegue a más personas, contribuyendo a una mayor inclusión y acceso al conocimiento financiero en México, fundamental para el desarrollo económico y social del país.
¿QUÉ PASÓ CON LOS MERCADOS?
Pasando a los mercados,
el tercer trimestre del 2024 concluyó con resultados ampliamente positivos para las principales clases de activos. Las bolsas en la gran mayoría de las regiones avanzaron a un paso robusto. En EE. UU., los subíndices relacionados a consumo básico y bienes raíces encabezaron las ganancias y contrastaron con el sector de Energía.
En parte, esto obedeció a una
caída en los precios del petróleo de cerca de 17% en el trimestre. Las materias primas mostraron un balance mixto, reflejo del menor dinamismo económico que ya permea la actividad global.
Un mercado que se benefició ampliamente de la coyuntura fue el de renta fija soberana. Los bonos capturaron la expectativa y ejecución de políticas de flexibilización monetaria que, a inicios de año arrancaba con los bancos centrales de países emergentes y a los que en estos últimos meses se sumaron buena parte las autoridades monetarias de países desarrollados.
Las ganancias en bonos fueron generalizadas. Los plazos que típicamente se utilizan como referencia son las duraciones de 10 años, sector que marcó una apreciación de 60 puntos base en EE. UU. y 50 puntos base en México. Sin embargo, el mejor desempeño estuvo concentrado en plazos más cortos con ganancias de 100 puntos base, en sintonía con su
sensibilidad a la política monetaria y los recortes en tasas de los bancos centrales.
Esta combinación resultó en un fuerte empinamiento de las curvas de rendimientos en prácticamente todas las regiones. Nosotros esperamos que esta dirección se mantenga hacia delante y forme una parte central de nuestra tesis de inversión y estructuración de visiones de mercado.
En tanto, la dinámica en el espacio de divisas durante el trimestre resultó en
un debilitamiento del dólar norteamericano frente a todas las monedas del G10 y con un amplio sesgo positivo en el grupo de emergentes. En este último, las asiáticas lideraron siguiendo al yen.
Sin embargo, es relevante considerar que las cifras más recientes de crecimiento vislumbran a EE. UU. más resiliente que el dinamismo en otras regiones y brinda más elementos a la narrativa sobre el aterrizaje suave. Esto consolida una
visión de recortes más moderados hacia delante
y contribuye a cierta moderación de los recortes que el mercado descuenta en el futuro inmediato para la Reserva Federal.
Esta combinación pudiera resultar en consolidación del dólar en los siguientes meses. Por último, la atención hacia fin de año estará en la elección presidencial en EE. UU. que se llevará a cabo el 5 de noviembre.