En esta contienda, Xóchitl Gálvez muestra músculo con un impresionante alcance de 143.7 millones de personas, seguida de cerca por Claudia Sheinbaum, con casi 139 millones, y Jorge Álvarez Maynez, quien logra aproximadamente 67 millones. Estas cifras dejan en claro la intensidad de la competencia y la habilidad de los candidatos para penetrar en el vasto universo digital.
Sin embargo, más allá de los números, es la actitud predominante en las interacciones lo que arroja luz sobre el estado del clima electoral. Claudia Sheinbaum, a pesar de mantener una ventaja en algunas encuestas, se ve envuelta en un mar de críticas, con un abrumador 82% de comentarios negativos.
Los internautas cuestionan la congruencia de sus discursos con la realidad nacional, señalando eventos recientes como la balacera en Plaza Carso y la tragedia en la línea 12 del Metro como ejemplos de su presunta falta de eficacia y transparencia. Además, la aparición de acusaciones vinculando al Presidente y a Sheinbaum con el narcotráfico ha avivado aún más la controversia en las redes.
Por otro lado, Xóchitl Gálvez ha logrado capitalizar un sólido respaldo digital, con el 65% de las menciones a su favor. Los usuarios elogian su autonomía y empoderamiento, así como su propuesta de política fiscal de exentar del pago de ISR a quienes ganen menos de 15 mil pesos mensuales. Sin embargo, no está exenta de críticas, especialmente en lo que respecta a la integridad de los partidos que la postulan y la transparencia.
En cuanto a Jorge Álvarez Maynez, su presencia en las redes ha sido más discreta, con un 65% de comentarios desfavorables. Las críticas se centran en su supuesta vinculación con la 4T y su manejo de encuestas, así como su relación conflictiva con los medios de comunicación, a quienes quiere obligar, vía el INE, a que cubran sus eventos pese a que periodistas han señalado que no acepta entrevistas uno a uno.
A pesar de estas dinámicas digitales, es importante recordar que las redes sociales no emiten votos. Son un reflejo del sentir público, pero no determinan el resultado final. La verdadera prueba de fuerza se dará en las urnas el próximo 2 de junio. En última instancia, como se suele decir, quien no vota, no puede quejarse después.
Las redes sociales no emiten votos. Son un reflejo del sentir público, pero no determinan el resultado final. La verdadera prueba de fuerza se dará en las urnas el próximo 2 de junio. En última instancia, como se suele decir, quien no vota, no puede quejarse después.