Para Daniel Becker hay una gran diferencia en los sistemas bancarios de México y Estados Unidos. esta tiene que ver con la calidad y la cantidad, ya que mientras que en el país hay 50 bancos, en Estados Unidos hay alrededor de 7,500 y solamente los bancos sistémicos son regulados por la Reserva Federal (FED) y los diferentes reguladores, en tanto que en México la regulación es mucho más robusta. Además, en nuestro país, los instrumentos que emite el gobierno se revisan a diario, por lo que la posibilidad de tener pérdidas de minusvalías es marginal, salvo que los bancos incursionen en Bonos M, que son a muy largo plazo.
Desde la perspectiva de Becker, esas características fueron las que marcaron la diferencia entre lo que pasó con
Silicon Valley Bank que no tuvo problemas por su exposición de crédito, sino más bien por su mal manejo de riesgo.
Adriana Reyes (AR). En ese sentido, ¿cómo las debe abordar México las crisis bancarias?
Daniel Becker (DB). México debe tener siempre una posición proactiva, cuando se vea que un banco está con indicadores débiles se debe actuar de forma inmediata para que no se siga deteriorando; en esas circunstancias operar en tiempo y forma se vuelve fundamental para tener una supervisión muy estrecha y aislar al banco para que no genere contagio. Además, se debe exigir a los bancos de tamaño ya razonable que tengan un
buffer de capital buffer como ya sucedió después de la crisis del 2008-2009.
AR. El aumento en las tasas de interés como respuesta al repunte inflacionario está cumpliendo con su objetivo, ¿cómo percibe el comportamiento de las tasas de interés y la correlación de las tasas en México con las de Estados Unidos?
DB. La política del Banco de México (BM) tiene una importante correlación con la política de la FED, aunque creo que el BM tomó decisiones anticipadas. Por lo tanto, en México pudiéramos empezar a ver un desacoplamiento de la política monetaria de Estados Unidos, porque, insisto, tomaron acciones mucho más anticipadas que la propia FED y de no haberse hecho así se estaría pagando un precio muy alto de incertidumbre.
En este contexto es importante mencionar que la correlación que hay entre tasa interés y crédito es interesante; el crédito obedece más a una expectativa de crecimiento económico que a un tema de tasa interés, por supuesto hay un punto de inflexión que depende mucho de la industria, el empresario, el sector, pero es más importante la expectativa de crecimiento económico.
Y en ese punto de inflexión, todo parece indicar que vamos con una tendencia a la baja, por lo que no sería imposible empezar a ver —a lo mejor al final del último trimestre, principios del próximo año— disminuciones en las tasas interés tanto en México como Estados Unidos.
AR. A la par de las acciones de política económica, ¿cuáles son los principales temas a solucionar en el sistema bancario mexicano y cómo hacerlo? ¿La regulación de los bancos medianos es un tema pendiente?
DB. Creo que el gran pendiente que tiene la banca es que aún hay una penetración baja del crédito al sector productivo y a las familias en México. Si bien en los últimos 15 años hemos pasado de un 7% de penetración del crédito a 49% con respecto al PIB, si nos comparamos con países similares como Brasil o Chile aún hay camino que recorrer.
Respecto a la regulación de los bancos medianos, en México hay tres o cuatro y en términos de anaquel de productos se comportan de forma similar a los del G7; por ejemplo, en el caso de Mifel tenemos todos los productos de crédito y captación, contamos con un área fiduciaria, además de un área de derivados, otra de cambios, de
Swap , sociedades de inversión, etcétera.
Lo que sí creo es que la regulación tiene que ser simétrica; por lo tanto, el reto está en la regulación para todas las empresas Fintech que están haciendo actividades similares a los bancos. Debe haber un trato igual con los diferentes reguladores (Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Banco de México, Secretaría de Hacienda y Condusef) en términos de prevención de lavado de dinero, ciberseguridad, etcétera, como la tiene la banca.
Donde sí se podría considerar una regulación diferenciada es en bancos más pequeños de reciente creación, que por su propio tamaño siguen teniendo una contribución negativa o rentabilidades muy bajas. Con ellos tendríamos que pensar cómo mejorar la regulación o cómo crear una regulación diferenciada, ya que estos bancos tienen que hacer grandes inversiones en cuestiones de regulación, ciber seguridad y tecnología, entre otros temas.
AR. El acceso de las Pymes al financiamiento ha sido un tema pendiente de tiempo atrás, ¿cómo se está atendiendo?
DB . Para atender este tema se pueden hacer algunas estrategias de política pública, de hecho, como presidente de la Asociación de Bancos de México, me tocó avanzar en una. Se trata de una ventana regulatoria que va a permitir deducir pérdidas para Pymes de forma inmediata directamente en el Impuesto sobre la Renta. Otra acción es que la banca de desarrollo participe con la banca comercial para apoyar a estas pequeñas y medianas empresas que son el 99% del tejido nacional y el 70% de la generación de empleo en México.
Ahora, lo que también se puede hacer, es capacitarlas en educación financiera y conectarlas al tema de
nearshoring para que sean proveedoras Tier II, Tier III o Tier IV y ahí generar elementos de construcción de empresas un poco más organizadas, más sólidas, con mejor información financiera. Esto se debe hacer con el acompañamiento de la banca de desarrollo. Creo que si no hay una política pública y apoyo de la banca de desarrollo será difícil ver más crédito otorgado a las Pymes.
AR. Durante su gestión al frente de la ABM le tocó atender varios temas, ¿cuál fue tu experiencia?
DB. Fui muy afortunado, primero por el aprendizaje que tuve a partir de un hecho insólito como la pandemia. En México tuvimos que sacar lo mejor de nosotros mismos, nos tocó restructurar prácticamente el 35% de los activos de los mexicanos. La banca fue la primera, o la única, que ayudó a sus clientes a en una mora de capital-intereses por un periodo de seis meses y reestructuró gran parte de la cartera de crédito, por lo que no fuimos un problema, si no parte de la solución para que México continuará adelante.
También fue un gran período de aprendizaje respecto a las acciones que se emprendieron para que las empresas no quebraran y, aunque algunas por sus condiciones no pudieron salir adelante, la contribución fue significativa. En general puedo decir que el trabajo que hizo la banca junto con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la Secretaría de Hacienda fue inédito, rápido, práctico, inteligente y orientado a ayudar a las empresas y a las familias de México y eso fue muy satisfactorio porque generamos una dinámica de comunicación con los reguladores. Siempre tuve las puertas abiertas con el presidente de la República, el secretario de Hacienda y con los diferentes reguladores para crear puentes de entendimiento para construir un sistema financiero más sólido.
AR. En esos puentes de entendimiento, ¿cómo fueron las relaciones con las Fintech?
DB. En realidad, la relación con el mundo Fintech no es tan intenso, pero hay un tema bien interesante que también durante mi gestión al frente de la ABM se profundizó y estoy seguro que se aterrizará pronto. Es la Red M para todo el sistema de pagos. Se trata de hacer una entidad con su propia gobernanza a la que se están invitando a las marcas Master Card y Visa, a los
switches, a las Fintech y a los bancos para participar en un ecosistema de medios de pagos donde todos vamos a tener voz y voto. En la Red M se incorporaría a todos los participantes del sector financiero que no sean bancos. Esto nos permitirá estar más cerca de las Fintech y compartir experiencias.
Siempre he dicho que las Fintech no son una competencia para la banca, son un complemento porque llegan a lugares y perfiles a los que la banca no llega y atiente. Muchas Fintech tienen acceso, por su regulación distinta, a mexicanos que no tienen Registro Federal de Contribuyentes o son informales, segmento que la banca tiene prohibido atender, por lo tanto, es una buena oportunidad de trabajar conjuntamente y participar en la regulación para actividades iguales.
AR. En ese contexto de acuerdos, ¿cuál es el futuro de la banca digital en México?
DB. Se calcula que la mayoría de los bancos ya estamos muy avanzados en el tema digital. De hecho, el año pasado se hicieron 3,800 millones de transacciones digitales, lo que permite plantear que hacia adelante veremos una mayor integración al mundo digital, lo que vuelve más eficiente a la banca y puede reducir costos y quizás en unos cinco años podremos ver niveles de utilización de la banca digital de 70, 80 o 90%.
AR. ¿Cómo está contribuyendo a la inclusión financiera el avance de la banca digital?
DB. Es un tema difícil de medir, porque la inclusión financiera tiene un elemento de formalidad, por lo que, en la medida que México siga teniendo un 55% de la economía en el sector informal hay un inhibidor para que la gente pueda ser bancarizada. En este tema también se pueden elaborar estrategias de política pública. En ese sentido hemos platicado con la Secretaría de Hacienda y con el SAT para que se puedan crear los incentivos a través de menores requisitos para cuentas Nivel 2 y luego cuando el cuentahabiente vea los beneficios de estar bancarizado pueda acceder a otros tipos de cuentas y servicios bancarios.
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La banca en México está cambiando como resultado de las necesidades internas, del contexto internacional, así como de los avances de la tecnología. Reaccionar a tiempo en los momentos de incertidumbre le ha valido al país ver desde fuera algunas crisis, avanzar en las tareas pendientes y tener en la mira temas que podrían marcar un punto de inflexión como pudieran ser las criptomonedas de las que Daniel Becker cree que “pueden ser una clase de activo, pero no necesariamente una moneda de intercambio de curso legal. Será interesante en ver las criptomonedas que emitan los bancos centrales qué efecto e implicación tendrán”.
Pero, como dice el presidente y director general del Grupo Financiero Mifel: “Todavía hay mucha tinta para escribir al respecto”. Por lo tanto, ese es tema de otra platica al igual
IV Foro de Turismo IMEF 2023 “Mar, aire y tierra” que se realizará en Los Cabos, Baja California Sur, el 2 de junio de 2023 donde estará presente Daniel Becker.