¿Qué está pasando? ¿Cuáles son las características de ese entorno nacional e internacional complejo?
Benito Solís tiene muchos años de analista y nunca había visto un entorno internacional y nacional tan complejo como el actual. Desde su perspectiva se debe a que ahora existe una multi crisis global. “Normalmente han habido crisis financieras, crisis políticas, crisis de distintos aspectos, pero ahora existen —desde mi óptica— 10 tipos de crisis que tienen algún efecto grave o muy grave en nuestra economía”.
La lista de Benito Solís inicia con una creciente y elevada inflación global que afecta al personal y a las fuentes de trabajo, en la medida que los salarios ya no alcanzan, porque hay una reducción en el salario real, lo que lleva a presiones sociales que se deben tomar en cuenta. Además, distorsiona todo el sistema de asignación de recursos de las economías.
La siguiente crisis —“realmente no relacionada con la anterior, pero si agravado por esta”, dice Solís—, es la desaceleración económica que da señales de que puede haber una recesión económica. “Para algunos, en Alemania ya empezó la recesión, en Inglaterra ya estamos viendo como hay tasas negativas y esto empieza a afectar también a algunos sectores en México”.
La tercera crisis es la pandemia recurrente por el Covid que ha roto las cadenas productivas. “El just in time se colapsa para muchas empresas que ya no pueden estar recibiendo con la puntualidad que esperaban los insumos para el proceso productivo. Esto hace que los países empiecen a evaluar acercar la producción a los mercados, lo que es la puerta de entrada al nearshoring”.
“La otra crisis es la elevada deuda pública y privada que hay, no solo en el mundo sino también en México. Para tener una idea de la magnitud a nivel global, los países tenían una deuda tanto externa como interna que representaba el 200% del PIB en 1999; en la actualidad el promedio de los países desarrollados es de 420%, lo que afecta las finanzas públicas y tiene un efecto importante en las empresas. Por ello vamos a ver que algunos gobiernos y empresas estarán imposibilitados de cumplir con sus servicios financieros y esto reduce las posibilidades de empleo”.
Para Benito Solís lo anterior conlleva a una nueva crisis definida como el rompimiento de la globalización por lo que “estamos viendo que las empresas no solo quieren estar donde haya los costos más bajos, también quieren garantías políticas y esto es una oportunidad para México que tendría un impacto en los salarios reales”.
La sexta crisis es la de la contracción de la población que afecta a las naciones desarrolladas, así como a China, ya que se reduce la oferta de trabajo, se dificulta el pago de pensiones, hay menor consumo y una caída del ahorro interno. Benito Solís indica que relacionado con lo anterior hay una crisis de brinco generacional, porque las nuevas generaciones tienen nuevos hábitos y costumbres y, sobre todo, desconocen cómo son las crisis previas.
Asimismo, Benito Solís ve un problema en la revolución tecnológica y una crisis educativa. “Creo que no se le ha dado importancia a que estamos en una revolución parecida o más fuerte que la revolución industrial cuando la gente salió del campo hacia la ciudad con sus habilidades agrícolas, que no fueron útiles en las empresas de las ciudades. Actualmente hay algo parecido: no hay un conocimiento de los nuevos métodos de producción, entonces hay un problema de ajuste. Hay una revolución tecnológica con países que sí entienden y educan a su población, pero en México tenemos un rezago impresionante en este tema”.
Para Benito Solís este tema de las crisis nos está llevando a un cambio en el manejo de las controversias o problemas entre los países, y a que se empiece utilizar el método violento para resolver los conflictos entre los países. “La invasión a Ucrania es un ejemplo, así como el miedo a que haya una invasión a Taiwán; temor a que haya otros problemas en otros países”.
La siguiente crisis que considera Benito Solís es la inmobiliaria, debido al aumento de las tasas de interés en casi todo el mundo desarrollado y también en China, lo que implica que la gente no pueda hacer frente al pago de las hipotecas.
La última crisis que refiere es el cambio de un mundo unipolar, donde había una gran potencia, a un mundo multipolar dónde existen nuevos centros de poder.
¿SE TOMA O SE DEJA?
Para Benito Solís tener conocimiento de las crisis actuales nos da el marco general para ubicar en dónde está México y qué tiene que estar enfrentando, a la vez que abre el tema para hablar del nearshoring, y preguntarnos si con estas crisis viene un cambio de fondo en la forma en que operan las economías y qué oportunidad tiene México, porque, sin duda, el mismo “ofrece una gran oportunidad, pero también el riesgo de ver pasar la oportunidad y perderla”.
Adriana Reyes (AR) ¿Que tiene que hacer México para aprovechar la gran oportunidad?
Benito Solís (BS). Primero voy a definir el nearshoring. Hay varias palabras que me gustaría que el lector conociera. El nearshoring se refiere a una compañía que trata de instalar sus procesos productivos en un país cercano a su mercado donde la fuerza de trabajo esté disponible y sea más barata; donde la comunicación, el transporte, etc., sea más fácil.
Pero también hay el offshoring que es cuando una compañía mueve partes de su proceso productivo hacia otro país, puede ser toda la compañía o áreas; por ejemplo, contabilidad o el área de tecnología. Esto fue lo que hicieron muchas empresas de países desarrollados como algunos europeos o Estados Unidos que se fueron hacía la zona del lejano oriente, concretamente a China. Pero ahora, las empresas que se salieron están regresando a sus países de origen para estar más cerca del control de las cosas, donde haya más garantías, porque, por ejemplo, el problema que tiene China crea una gran incertidumbre.
Sumado a estos conceptos está el friendshoring que surgió en la reunión de Davos y trata de cuando una empresa quiere cambiarse hacia un lugar que le quede más cerca, pero sobre todo que sea un país o una zona en donde compartan valores, principios, estado de derecho.
Estamos hablando de que viene un complejo de nearshoring, pero también deberíamos estar hablando de un movimiento que sea friendshoring o allyshoring donde las empresas se sientan como casa con sus inversiones seguras.
México está empezando en la primera etapa, la de ver qué tipo de empresas o sectores puede asimilar y ver cómo están influidos estos cambios.
En China, por ejemplo, preocupa que su presidente cambió las condiciones para volverse presidente eterno, y pueda modificar en su beneficio las disposiciones legales fácilmente sin ningún control legal. Eso hace difícil predecir cómo van a tratar a las inversiones extranjeras en el futuro.
Pero también hay una serie de presiones legales que obligan a los países en tener sus inversiones en países que sean de alto riesgo. Esto es una oportunidad para México si abre sus puertas y crea condiciones favorables importantes.
AR. Hemos pasado por la época de los países que se van en busca de mejores condiciones, ahora los que regresan o se reubican y los que buscan similitudes en valores, principios, estado de derecho. Si consideramos el estado de derecho, ¿qué posibilidades tiene México de aprovechar nuestra cercanía con Estados Unidos, por ejemplo?
BS. Uno de los temas muy importante que están viendo los inversionistas es que requieren energía segura con la calidad y que no sea contaminante, pero sobre todo que no haya cambios. Para los inversionistas es muy importante la certidumbre de que no se van a estar cambiando las leyes. El tratado de libre comercio ha dado garantías en ese sentido, pero el irse a conflictos o paneles es algo que no les gusta, ya que quieren trabajar, vender, tener sus utilidades, etc. y no estar en conflictos con otros gobiernos. Lo que suceda con la reforma eléctrica, como se aprueba en los tribunales y si hay que llegar a un panel o no, es importante para ellos.
El siguiente aspecto que están viendo, es qué tan permanente van a ser estos cambios. Ellos están muy atentos a lo que vaya a suceder en las elecciones de 2024 en México: si va a continuar el siguiente gobierno con la misma política o se va a hacer un cambio. Hay una gran impaciencia para ver las señales que manda el gobierno mexicano con respecto al estado del estado de derecho y este tipo de inversiones.
Si bien es importante el estado de derecho, el otro tema prioritario es el del empleo. Estamos viendo algunas partes del país que ya están saturadas; en algunas empresas hemos visto que se ha contratado personal, pero después de algunos días o semanas el empleado decide no seguir trabajando porque tienen los subsidios o los apoyos que está dando el gobierno, por lo que prefiere no trabajar y estar en la informalidad. Esto va a llevar a que haya incremento en los salarios, lo cual es bueno y ya debe estar sucediendo en varios sectores, pero no todos tienen la productividad para justificar esos aumentos y entonces habrá una masa crítica de desempleo.
Una forma de incrementar la productividad muy rápido es incrementando las inversiones. Esto será una tendencia que pude haber en el país: si viene más inversión, podemos aumentar productividad y esto nos lleva aumento de salario sin problemas.
AR ¿Cómo aprovechar la oportunidad que representa el nearshoring?
BS. México siempre ha tenido las oportunidades enfrente, siempre lo que se necesite lo va a tener. México tiene recursos naturales y si se necesita petróleo, tiene petróleo; si se necesita agua, hay; si se necesitan minerales preciosos, los tenemos. Tiene todos los recursos, lo que no tenemos es un orden que permite aprovechar todos estos recursos.
Si México ofreciera pequeñas facilidades podría tener una avalancha de inversiones, de empresas que quieran ponerse a trabajar en México, podríamos tener niveles de vida mucho más altos. Están dadas las condiciones, simplemente necesitamos la disposición en el sentido de tener los cambios necesarios en cuanto a regulación (tenemos disposiciones legales muy viejas que siguen vigentes o que se contraponen con las nuevas que aparecen) y los espacios para que puedan instalarse las empresas.
Si necesitan energía y ellas quieren ponerla hay que dejarlas. Si pusiéramos todo esto no seríamos el país que menos crece en América latina, seríamos el país que más crece y uno de los que más creciera a nivel mundial. Están dadas las condiciones esperamos que se puedan materializar para el bien de toda nuestra población.
