Aunque la economía de México tiene un gran potencial, presenta riesgos que influyen en su trayectoria de crecimiento. Destacan siete factores de riesgos internos y tres externos:
FACTORES DE RIESGO INTERNOS
1. La sucesión de poder. El primero de septiembre entrará en funciones el nuevo Congreso de la Unión (la LXVI Legislatura) que estará conformada en su mayoría por miembros de la coalición liderada por MORENA. Un mes después, el primero de octubre, tomará protesta Claudia Sheinbaum como presidenta de la República.
Si bien lo visto durante las campañas parecen indicar una continuación de la agenda promovida por López Obrador, existe la posibilidad de que Sheinbaum se desvíe hacia una ideología más moderada y ortodoxa. El riesgo para la economía está precisamente en la continuación de las políticas de López Obrador, que se han caracterizado por incrementar el rol del Estado en diversos sectores de la economía a costa de la participación del sector privado.
2. La posibilidad de que se apruebe la reforma judicial propuesta por López Obrador. Su aprobación podría dejar a los ciudadanos y participantes del mercado en un estado de indefensión ante actos de las autoridades, lo cual sin duda terminaría por disminuir considerablemente el potencial de crecimiento y desarrollo económico de México.
3. La disminución en la inversión pública por falta de espacio fiscal, que tras el endeudamiento incurrido en el 2024 dejará al gobierno federal en necesidad de una consolidación fiscal sin recursos para inversión física.
4. Otras iniciativas de reformas planteadas por el presidente, que pueden tener un impacto importante en la economía, particularmente las que buscan la desaparición de órganos autónomos en materia de competencia económica y organización industrial.
5. Persistencia de la inflación en niveles altos, pues merma el poder adquisitivo de los consumidores, lo que limita el crecimiento del consumo. Las presiones se han concentrado en el componente no subyacente, pero al sumar varias quincenas consecutivas en niveles altos, amenazan con afectar las expectativas de inflación de largo plazo.
6. Volatilidad del tipo de cambio. La alta volatilidad presiona al alza la inflación de las mercancías, genera incertidumbre y frena el crecimiento económico; además, dificulta la planeación de las empresas, particularmente las relacionadas con el comercio exterior. Con un tipo de cambio al alza, las importaciones sobre todo de bienes intermedios y de capital podrían disminuir, los que limitaría el crecimiento de las exportaciones y por lo tanto de la economía.
7. La informalidad laboral, que es un problema de muy larga historia en México y hace vulnerables los ingresos de las personas que trabajan bajo este esquema, mientras que las empresas que no están legalmente constituidas no tienen acceso a créditos para crecer.
Aunque la informalidad laboral ha disminuido en los últimos años lo ha hecho a paso muy lento. En 2005 la tasa de informalidad promedio para el año fue de 59.8%, la cual disminuyó a 57.8% en 2015 y en los últimos 12 meses (junio 2023 a mayo 2024) disminuyó a 54.7%.
A un ritmo lineal de esta magnitud (aproximadamente 2.5 puntos porcentuales cada 10 años), México tardaría (hipotéticamente) 120 años en alcanzar una tasa de informalidad como la de Chile, que se encuentra alrededor de 25%.
FACTORES DE RIESGO EXTERNOS
1. Las elecciones de Estados Unidos en noviembre, en las que se disputarán la presidencia el expresidente Donald Trump y la actual vicepresidente Kamala Harris, que fue postulada por el partido Demócrata para reemplazar la candidatura de Joe Biden. Los pronósticos apuntan a que Trump saldrá victorioso en las elecciones.
Durante su administración, de enero 2017 a enero 2021, más que como un aliado, Trump pintó a México como uno de los principales competidores económicos de Estados Unidos. Eso llevó a una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y resultó en el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Si bien la materia del tratado no cambió sustancialmente, el proceso causó mucha incertidumbre y afectó el entorno de los negocios para México, especialmente en los ojos de inversionistas extranjeros. Ahora, con disputas comerciales entre México y Estados Unidos relacionadas con asuntos agrícolas y energéticos, existe la posibilidad de que Trump busque represalias contra México, algo a lo que ya aludió en sus discursos de campaña.
2. Una desaceleración en la economía de Estados Unidos, que afectaría negativamente las exportaciones mexicanas, así como la entrada de remesas y de inversión extranjera directa.
3. La posibilidad de que conflictos geopolíticos ocasionen disrupciones en las cadenas de suministro y presiones al alza en costos de producción, lo cual podría traducirse en una mayor inflación.
Con esto, se estima que la economía de México crecerá 1.3% en 2024 y se desacelerará aún más en 2025, para crecer solamente 0.8%. Estos pronósticos implican que el PIB per cápita al cierre del 2024 se ubicaría 1.01% por debajo de su nivel del 2018, previo a que comenzara la recesión de 2019 que más tarde se convertiría en crisis por la pandemia. Al cierre del 2025, el rezago en el PIB per cápita respecto al nivel del 2018 aumentaría a 1.15%.